Esta semana en redes sociales salió a la luz el caso de una madre de familia que denunció una presunta agresión sexual en contra de su pequeño hijo, por parte de un menor de 13 años de edad.
La mujer acusaba que las autoridades, concretamente la Fiscalía General de Justicia del Estado, no hicieron nada al respecto, a pesar de que los hechos ocurrieron desde el mes de noviembre pasado. Luego en un comunicado fechado el 11 de enero, la FGJE respondió que por tratarse de ese rango de edad no puede ser juzgado.
Por ser un tema difícil de abordar, acudiré a lo que dicen los expertos para tratar de explicar hasta dónde los niños dejan de serlo, y en qué momento su cerebro puede procesar todas sus acciones y reacciones.
Muchos especialistas señalan, desde la perspectiva psicológica evolutiva, que los niños llegan a la madurez hacia los 12 años, pero que la madurez plena para tomar decisiones como adultos la adquieren entre los 16 y los 18 años.
En su artículo La valoración de la madurez en adolescentes. Requisitos, indicadores y condicionantes, Júlia Martín Badia, investigadora de la Universidad de Barcelona, advierte lo complicado que resulta este debate.
Martín Badia asegura en su investigación que algunos expertos son contrarios a la doctrina del menor maduro, porque consideran que, como tienen el córtex prefrontal menos desarrollado que los adultos, los adolescentes no pueden tomar decisiones maduras.
Por eso, agrega, muchos países sitúan la responsabilidad penal limitada entre los 14 y los 18 años, pero este criterio está basado en la edad cronológica, por lo que queda obsoleto, pues la atribución de madurez también debe tener en cuenta el desarrollo individual de cada niño, así como las diferencias entre niñas y niños.
En lo personal coincido con este planteamiento, ya que un menor de 13 años de hace 20 años no es el mismo que uno de la actualidad con todo el acceso a internet y a las redes sociodigitales.
Si bien es cierto tampoco los hace criminales en potencia, su cerebro está lleno de imágenes e información que podría acelerar su etapa de madurez. La pregunta es: ¿Deberían modificarse los grupos etarios de acuerdo a las nuevas circunstancias? Esa es tarea de los diputados, y no andarse peleando por el poder.
Miguel Ángel Vargas