Las cifras oficiales de la Secretaría de Salud en el estado revelan que un total de 93 personas han muerto a consecuencia de la ola de calor que azota al país, donde Nuevo León es de los estados más golpeados.
Se trata de un fenómeno inédito en los registros sanitarios, pero que está muy lejos de los más de los 850 casos que le declaró a mi compañero Enrique Burgos el jefe de Atención al Usuario del Registro Civil hace más de un mes.
En ese juego perverso se involucró la Fiscalía General de Justicia, con la intención de perjudicar al Gobierno estatal, o al menos con esa idea nos quedamos muchos cuando escuchamos la “danza de los números fatales”.
A la distancia nos queda claro que así fue, porque no hay estadísticas que respalden sus afirmaciones, y eso los deja en evidencia. Pero, ¿qué oscuro deseo motivó la desinformación?
Este caso de los muertos que nunca existieron, encuadra como anillo al dedo con lo que los teóricos de la comunicación llaman la posverdad.
La definición de la Real Academia Española dice que se trata de una “distorsión deliberada de la realidad que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública”.
A toro pasado podemos señalar que eso fue un intento con al menos dos agravantes, dirían los expertos en derecho, porque hubo alevosía y ventaja, y tal vez hasta premeditación.
Sin duda fue un tema más político que sanitario, ya que si bien hubo defunciones, éstas tuvieron relación directa con las comorbilidades de los pacientes, y no directamente con el incremento en las temperaturas.
En todo caso, y eso sí es preocupante, es la falta de agua en el estado, que aunado a las ondas de calor, podría seguir agravando el problema. Lo que sí es una realidad es que los niveles de las presas están muy bajos y que es urgente la presencia de las lluvias.
Una vez superada la “contingencia de muertes por calor” producto de la mente maligna de algún político frustrado, habría que poner atención al tema del vital líquido que sigue latente mientras no administren correctamente el abasto, y además informen en tiempo y forma a la ciudadanía.
