Apenas hace unos meses el senador panista Víctor Fuentes calificaba al gobierno de la Cuarta Transformación como “el peor de la historia” y lo atribuía a su “hambre de poder”. Basta con hacer una búsqueda en Google para obtener resultados donde el legislador cuestionaba los programas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por eso ahora sorprende que analice la posibilidad de aceptar la invitación de Clara Luz Flores de integrarse a la coalición Juntos Haremos Historia.
Tampoco sería el primero en este país en renegar de sus convicciones, porque Morena está lleno de funcionarios que transitaron sin escrúpulos de un partido a otro. El PRI tampoco “vende piñas” como se dice coloquialmente, porque con tal de regresar al poder ha sido capaz de aliarse al PAN y al PRD.
Por eso ahora vemos que el ex secretario de Gobierno, Manuel González Flores, buscará una diputación federal por el blanquiazul, cuando durante años “mamó de la ubre tricolor”, como diría un amigo que lo conoce desde hace años.
Ejemplos sobran en ese partido de quienes han brincado de un lugar a otro, dejando en evidencia que en la política existen intereses (personales y de grupo), antes que amor a la camiseta. El Congreso de Nuevo León también está lleno de diputados chapulines, para no adjudicarles otros calificativos más apegados a la realidad.
Quisiera preguntarle a un aficionado de los Tigres si estaría dispuesto a hacerse Rayado, o viceversa, solo porque su equipo no le da títulos. Por supuesto que no, la fidelidad que le tienen a su equipo es total y absoluta. Por eso merecen todo mi respeto.
En el futbol mexicano los seguidores del Cruz Azul, Atlas o Necaxa, Puebla o algunos otros se mueren en la raya por sus colores, cosa que definitivamente en la política no existe. Con descaro pasan de un partido a otro, por esa ambición desmedida aplicando la máxima de “el fin justifica los medios”.
El proceso electoral en la entidad estará en la mira de todo el país, pues sería “la joya de la corona” para la llamada Esperanza de México, que enfocará todas sus baterías 1) en quitarle al empresariado la hegemonía en el norte del país y 2) hacer historia al colocar a una mujer como gobernadora por primera vez en su historia.
Si los políticos tuvieran un poco de la dignidad y respeto por sus convicciones de los aficionados al futbol, ahora mismo el escenario no estaría tan turbio. Por fortuna los electores están mejor informados y confío que sabrán tomar las mejores decisiones el 6 de junio próximo.
