El plan es que no hay plan, al menos no para enfrentar la gran crisis mundial que tenemos en puerta, con la pérdida de empleos, México no está lejos de entrar en esa vorágine desastrosa que va a significar dejar en la calle a millones de personas.
Para que se dé una idea de lo que está sucediendo en el mundo y de lo que México no estará ajeno, de acuerdo a la Organización Mundial del Trabajo (OIT) se prevén recortes a gran escala, 5 millones de trabajadores ¡en Estados Árabes! 12 millones de empleos se perderán en Europa y en Asia y Pacífico 125 millones de personas perderán su fuente de ingreso.
La OIT estima que los recortes llegarán en el segundo semestre de 2020 a 195 millones de empleos, los sectores más expuestos al riesgo incluyen los servicios de hospedaje y restauración, la manufactura, el comercio minorista y las actividades empresariales y administrativas, y sabe que, justo esas son las que sostienen la economía nacional.
¿Qué va a pasar en México? Primero esperar que la evolución de la enfermedad no termine por representar un golpe que quiebre el sistema de salud y segundo va a depender en mucho de las medidas políticas que serán adoptadas y en la que algunos estados y algunos municipios se le han adelantado al gobierno federal.
Guy Ryder, director general de la OIT, ha dicho que los trabajadores y las empresas se enfrentan a una catástrofe, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en desarrollo y el dato que debe ser escalofriante es que el mundo no se enfrentaba a una recesión económica similar desde la Segunda Guerra Mundial.
Apoyar a las empresas, al empleo y los ingresos; estimular la economía y los empleos; proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo; y utilizar el diálogo social entre gobiernos, trabajadores y empleadores a fin de encontrar soluciones son las acciones que recomienda la OIT.
El tema es que vamos en sentido contrario, espero no reaccionemos tarde.