Aparentemente el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se había metido en una serie de fricciones innecesarias con el gobierno de los Estados Unidos, que no convienen a ninguna de las dos naciones y que finalmente queramos o no terminan afectando más a nuestro país que al vecino del norte.
La energía, la seguridad, la migración y el caso más sonado con su reclamo de no invitar a naciones gobernadas por dictaduras a la Cumbre de las Américas, ha traído una desazón, insisto, innecesaria al ser dos países con un largo historial de coincidencias en uno de los bloques económicos más importantes del mundo como es el de América del Norte.
Ayer se dio un encuentro entre el Presidente y el enviado de la Casa Blanca para el clima, John Kerry, México se comprometió a dar celeridad al proceso de reconversión de la Comisión Federal de Electricidad a ser una empresa generador de energías renovables y limpias, lo que traerá a nuestro país un clima sano de alta competitividad para el desarrollo económico y la inversión, pues es uno de los principales diferenciadores por los que apuestan las compañías en el mundo.
Tras desencuentros respecto al tema, el diálogo de alto nivel llevó a este resultado que será expuesto este viernes, en el foro multilateral de la Cumbre de las Principales Economías del Mundo, donde serán presentadas las 10 decisiones de México que van desde acelerar o hacer crecer energía solar de parte de la Comisión Federal de Electricidad, trabajar con el sector privado para ese fin, poder tener electromovilidad en México, capturar el gas metano, entre otras.
La Administración de Joe Biden ha manifestado en repetidas ocasiones su preocupación por la política energética de México, que por fortuna para muchos, quedó empantanada gracias a una oposición que más por fines políticos que de conveniencia para los mexicanos decidió mandar a la lona, pero al parecer al fin la razón ganó… sea por convicción o presiones, este tema toma un buen rumbo.
Miguel Ángel Puértolas
