Por cualquier lado por el que se vea, en Silao debería de estarse investigando un delito, pues si en los documentos oficiales en poder de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Contraloría municipal se vertió información falsa respecto a la desaparición de un plumazo de casi 30 mil cartuchos es un asunto que puede llevarse a juicio por el delito de falsedad de declaraciones ante una autoridad.
Me parece una aberración que a todas luces el asunto se estaba encubriendo, de no salir a la luz pública hoy no sabríamos de este faltante nada menor en el municipio de Silao y como me dijo una fuente relacionada a temas de seguridad “si ves las barbas de tu vecino cortar...” o “si esto es en Silao” qué no estará pasando en otros municipios.
¿Por qué a ocho meses de haberse alertado sobre la desaparición de cartuchos no hay una respuesta a este asunto tan grave? Y es que es día que el tema debió de denunciarse ante el Ministerio Público Federal, pues es un delito relativo a la violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, o si fuera un asunto administrativo, que no lo es, la Contraloría municipal ya debería de tener una respuesta, el asunto es que todo huele a corrupción.
No es un asunto nuevo ni exclusivo de este municipio, pues el Observatorio Nacional Ciudadano ya había documentado mediante un ejercicio de transparencia el robo o extravío de municiones y armas de fuego mismo que consideraron un tema muy serio que da cuenta no solo de la debilidad de las instituciones que debieran ofrecer seguridad a los ciudadanos sino también de la posible corrupción al interior de las mismas. Este tema no puede quedar impune y ahora que es un asunto público debe de darse a conocer quiénes son los responsables de un hecho de tal magnitud, cuáles son las sanciones que se aplicaron y si se presentaron las denuncias correspondientes, no puede ser posible que en un entorno de tanta violencia nos demos el lujo además de tener corrupción al interior de las corporaciones que pudiera estar abasteciendo de pertrechos a los delincuentes. Este es un problema serio que no debe ser tomado a la ligera pues además de los delitos que pudieran estarse cometiendo hablamos de una alto grado de corrupción e infiltración de las policías municipales.
