Algunas veces tengo la sensación de que ni la pandemia generada por el covid-19 nos marcó lo suficiente para generar experiencia y tener siempre presente la necesidad de prevenir posibles hechos futuros pues la influenza A H1N1 nos dio apenas una probadita de lo dañina que podía ser un fenómeno de este tipo y pronto olvidamos la prevención en muchos sentidos.
Años más tarde volvimos a enfrentar una crisis sanitaria que puso en jaque incluso a las potencias económicas mundiales y que dejará marcada a muchas generaciones, pero otra vez, empiezo a ver esas reacciones poco positivas frente a un mundo que se puede volver desde el micro cosmos infinitamente peligroso para la vida humana, por muchos factores incluyendo los ambientales.
Ayer la Organización Mundial de la Salud publicó la primera lista de hongos que amenazan la salud, un informe que destaca la primera lista de hongos “patógenos prioritarios”, integrado por un catálogo de los 19 hongos que representan la mayor amenaza para la salud pública.
Estos patógenos se están volviendo cada vez más comunes y resistentes al tratamiento existente y que consiste en apenas cuatro clases de medicamentos antifúngicos actualmente disponibles y pocos candidatos en desarrollo clínico. Preocupa además que según la OMS se carece de diagnósticos rápidos y sensibles.
Las infecciones por hongos afectan principalmente a pacientes gravemente enfermos y a aquellos con afecciones subyacentes significativas relacionadas con el sistema inmunitario, es decir aquellos que tienen un sistema inmunitario débil causado por enfermedades crónico degenerativas como cáncer o VIH-Sida, trasplantes de órganos, enfermedades respiratorias crónicas, etcétera.
“La evidencia emergente indica que la incidencia y el rango geográfico de las enfermedades fúngicas se están expandiendo en todo el mundo debido al calentamiento global y al aumento de los viajes y el comercio internacionales”, señala el informe de la OMS.
Lo que es una realidad es que poco estamos haciendo para prevenir… y de darse un ataque a escala mayor nos volverá a postrar como lo hizo el covid, sin duda un tema para reflexionar.