No tengo la menor duda que existen grandes esfuerzos en el combate a las actividades de los grupos criminales, pero deja una enorme duda los pírricos resultados producto de muchos de esos esfuerzos, en especial aquellos dedicados al combate al lavado de dinero producto de las actividades de los grupos criminales.
Las lagunas en la ley, sumado a diversas omisiones de parte de las autoridades ha llevado a que por ejemplo al año, según el Informe Mundial 2021 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU, se laven en México la nada despreciable cantidad de 25 mil millones de dólares, unos 450 mil millones de pesos al tipo de cambio de hoy.
Según el Basel Institute on Governance, México ocupa el lugar 68 de 141 de las naciones con más casos de lavado, de este modo asegura el reporte Índice AML de Basilea: 9ª edición pública sobre clasificación de los riesgos de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo en todo el mundo nuestro país es uno de los de mayor riesgo por su alto índice de corrupción y sobornos, poca transparencia financiera y un débil sistema de rendición de cuentas.
Datos recientes revelan que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportó 12 mil cuentas bancarias congeladas y 160 denuncias penales presentadas, apenas se resolvió el 1% del total de las querellas presentadas ante la FGR.
Pero esto no se puede entender sin altos índices de opacidad que llevan a la corrupción, por eso me preocupa la intención del gobierno de cerrar la puerta a instituciones como el Instituto de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, pues eso abre la puerta inmediatamente a menor transparencia y con ello mayor posibilidad de que el dinero de los criminales se meta a las arcas.
Es una de las perversiones más claras que nos hablan de un doble discurso respecto al combate a los grupos criminales, pues por un lado se siguen deteniendo charales y por otro los peces gordos se mantienen en la impunidad con ganancias millonarias que mueven economías sin ser molestados. Luego entonces no nos preguntemos por qué tanta violencia en el país.
Prohibido a cualquier partido rasgarse las vestiduras.
