El feminicidio de Milagros, hasta el momento en que escribo estas líneas, es un misterio total en cuanto a las causas que llevaron a Miguel “N” a atacarla de manera brutal, será después de un análisis minucioso que incluya estudios psicológicos y contexto de las circunstancias en las que se dio el crimen para llegar a la verdad.
No fue un robo, lo confirman las autoridades y sus familiares, Milagros Monserrat no conocía a su agresor, como todo parece indicar en la forma en que reaccionó al momento de ser agredida, y hasta hoy todo parece indicar que fue una víctima escogida al azar por el feminicida, con la única intención de asesinarla.
Pero ¿qué hay detrás de una mente criminal como ésta capaz de hacer daño con tal saña? De acuerdo a especialistas, no siempre una persona enferma mental, a menos que se trate de un sociópata que “es una enfermedad de la salud mental en la cual una persona no demuestra discernimiento entre el bien y el mal e ignora los derechos y sentimientos de los demás. Las personas con trastorno de la personalidad antisocial tienden a hacer enojar o molestar a los demás de forma intencional y manipulan o tratan a los demás con crueldad o indiferencia. No sienten remordimiento o no se arrepienten de su comportamiento”, según la definición expuesta por la página de Mayo Clinic.
Lo que es un hecho es que la violencia sigue avanzando en México, en una carrera acelerada que se ha escapado de las manos de las autoridades, incapaces de atender los factores de riesgo que aquí le hemos expuesto para disminuirla y con ello también bajar los índices de criminalidad.
El caso de Milagros tomó fuerza dada la crudeza de las imágenes que dieron la vuelta al mundo, pero de no haber esta visibilización del grado de violencia al que se somete a muchas mujeres, tal vez habría pasado como un número más en la estadística criminal. No hay video del crimen de 4 mil 627 víctimas de feminicidio en lo que va del sexenio, y un gran número de estos casos sigue sin ser resuelto, no hubo marchas en la mayoría de estos casos que son otra carpeta en el engrosamiento de los archivos de las fiscalías.
Justicia para todas, ningún feminicidio puede quedar impune.
Aunque no haya video, que no haya olvido.