El que se va se calla y se le compensa con la redención, parece que ese es el destino de todos los ex presidentes, inmunidad total independientemente de las responsabilidades o tropelías que hayan cometido, la historia nos ha enseñado desde la llegada del PRI al poder que ésa es la máxima de quienes salen de Palacio Nacional tras cumplir con su mandato.
Y tal vez por eso actúan de manera temeraria, tomando decisiones que afectan a millones de mexicanos, ya sea por políticas mal encausadas o por llenarse los bolsillos con dinero ajeno enriqueciéndose, y haciendo nuevos ricos a su paso por el poder, no importa si se cometieron crímenes si hubo omisión o permisividad todos sin excepción han dejado la silla manchada a su paso sin recibir una sola sanción por sus actos.
En el ideario colectivo, gracias a los indicios que deja el actuar queda la sensación de responsabilidad de los mandatario sobre actos que en todo momento apestan a corrupción y a juegos de poder, pero solo queda ahí en el simple señalamiento del crimen o del error, más nunca en un juicio, y menos en una sanción. Ayer se daba cuenta que por ejemplo el escandaloso caso de la Casa Blanca de Peña Nieto se va al archivo y solo se sancionará a quienes “perdieron” las pruebas que podrían sentar al ex presidente del PRI en el banquillo de los acusados.
La ligereza del discurso desde Palacio Nacional en las conferencias mañaneras no fue suficiente para hacer alusión al estilo de vida de un ex Presidente que evidentemente se mueve en exceso comprando lujosos inmuebles en España que le permitieron obtener una visa dorada, y que todo parece indicar no será molestado jamás.
Tal vez porque hoy lo que se espera es que tras la sucesión nadie intente siquiera asomarse al destino de miles de millones de pesos del presupuesto en obras a todas luces cuestionables, y tampoco se permita indagar de dónde salió el dinero para campañas, para comprar voluntades o simplemente para mantener la vida de un político desempleado que al final terminó sentado en la grande.
Triste pero cierto las escaleras se barren de arriba abajo, solo que nunca se toca el escalón superior.