A todas luces la política de combate al crimen en México no ha funcionado y hoy en el proceso electoral que estamos viviendo tenemos una prueba clara de que los grupos delictivos pretenden imponer su ley mandando un mensaje directo, autoridad que les estorbe la quitarán de en medio.
El proceso electoral de 2021 va que vuela para convertirse en el más violento de la historia de nuestro país, por el número de políticos asesinados o atacados en especial aquellos que participan como candidatos.
De acuerdo con un recuento de Integralia Consultores durante el actual proceso electoral que inició en septiembre de 2019, y hasta abril de 2021, se han registrado 169 incidentes de violencia política, dejando como resultado 143 personas asesinadas. En el mismo período según la consultora Etellekt pero de 2018 se registraron 85 víctimas mortales. La mayoría de las víctimas corresponden a candidatos locales, tal vez por ser esta la elección más grande de la historia esté dando como resultado una mayor injerencia de los grupos criminales buscando tener no solo el control de su territorio sino también de las autoridades más cercanas en este caso las municipales para mantener su protección.
Queda claro que el control del territorio por cárteles o grupos de crimen organizado aumenta la probabilidad del asesinato de políticos que participan en los procesos electorales
Según Etellekt 90 por ciento de las agresiones documentadas en 2018 fueron contra funcionarios y candidatos del ámbito local, lo cual parece repetirse en este proceso y esto lo atribuye al interés de la delincuencia organizada por controlar políticamente a las localidades mediante las policías, o utilizar las acciones como ejecución de obra para el lavado de dinero.
Más abrazos y menos balazos era una de las principales banderas de Morena y el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, y claro no estamos a favor de la violencia, pero sí en contra de una inacción como es evidente está ocurriendo. Hoy hablamos de políticos atacados pero no olvidemos que la guerra contra el crimen ya dejó cientos de miles de muertos.
Miguel Ángel Puértolas