Lo que ninguna autoridad pudo hacer y una de las principales peticiones que tenía el gobernador del estado, Miguel Márquez Márquez, en torno al acueducto El Zapotillo-León lo hará una crisis económica.
La multinacional española Abengoa anunció que venderá próximamente la filial estadounidense Atlantica Yield, así como la planta de cogeneración A3T, la central de ciclo combinado (de gas) Norte III y la presa El Zapotillo.
Recientemente Miguel Márquez sostuvo una reunión con el titular de la Comisión Nacional del Agua, Roberto Ramírez de la Parra para buscar que se destrabe la obra que traerá agua al municipio de León del Río Verde. Tras aquella reunión, el mandatario estatal exigió que la empresa española se retirara del proyecto al haber un retraso de varios años en la misma.
La realización de este acueducto garantizaría el suministro de agua potable de calidad para abastecer a más de millón y medio de personas de Los Altos de Jalisco y León, reduciendo así la explotación de los acuíferos de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago.
La crisis que enfrenta esta constructora, a la que muchos han señalado por malos manejos y de ser refugio de ex burócratas españoles, tan solo en 2016 perdió casi 158 mil millones de pesos que le obligaron al retiro de inversiones en diversos proyectos como el acueducto en cuestión pese a que recientemente se había anunciado una alianza para tratar de reactivar la obra.
Apenas en mayo pasado la compañía había informado que alcanzó un acuerdo con Prana Capital, división de Infraestructura y Energía de Artha Capital, fondo administrador de capital de pensionados mexicanos, mediante el cual este último invertirá recursos financieros para complementar el capital de Abengoa en este importante proyecto.
El acueducto de El Zapotillo contempla la construcción de 139 kilómetros de tuberías de gran diámetro; las estaciones de bombeo, con una potencia total instalada de 24 mil kilovatios; una planta de tratamiento de agua potable de 3 mil 800 litros por segundo, un tanque almacenamiento de 100 mil metros cúbicos de capacidad, y un circuito de distribución de 40 km en el municipio de León.
Ahora lo interesante será saber quién se va a hacer cargo de esta importante obra, pues pese a que se insiste en que el abasto está garantizado, lo cierto es que León está creciendo a pasos agigantados y pronto será insuficiente por lo que urge que municipio, estado y gobierno federal atiendan pronto este tema.
Mientras tanto en Jalisco se vive una lucha política por el cuestionado proyecto en donde pese a haber apoyado desde un inicio la cortina debajo de los 105 metros, hoy el gobierno de aquella entidad apoya ahora la altura tope descrita pese a que significa la inundación de tres poblados y va en contra de su posición original.
En tanto el gobierno municipal de Guadalajara del partido Movimiento Ciudadano se manifestó en contra de ello, tema que ha convertido en un asunto de campaña pues su alcalde Enrique Alfaro quiere ser gobernador.
En tanto eso ocurre, no debemos distraernos del tema principal que es eminentemente técnico y de la urgencia se requiere que este proyecto se reactive por el bien de los leoneses.