Sí es posible reducir la violencia en México sin balazos, pero, número uno, no se logrará en 6 años, se requieren al menos dos décadas de trabajo continuo y dos el gran problema es que en la política nacional no se está siguiendo una ruta adecuada para ello, es más no existe clara una política pública con efectividad probada que se esté llevando a la práctica para alcanzar este objetivo.
Es más ni siquiera se tiene certeza del tamaño del problema, pues la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas Alcohol y Tabaco (Encodat) data del 2017, y en lo que va de la actual administración federal no se tiene otra medición similar ¿será porque no les interesa realmente hacerla?
No se atiende por ejemplo, más que mediante campañas simplonas, la prevención en el acceso de los menores de edad al consumo de dos drogas legales básicas que están a la mano de los niños y que son el camino de inicio al consumo de drogas ilegales. El consumo de alcohol entre menores incluso ya debería de haberse considerado como un problema de salud nacional, pues hoy como nunca los niños tienen acceso a bebidas alcohólicas y el hábito de la bebida se arraigó tras el encierro por la pandemia.
En Guanajuato se llevó a cabo una encuesta dentro del programa de prevención de adicciones Planet Youth, coordinado por el Sistema de Salud Gto, en la que nos da una radiografía de la complejidad del problema y es el primer paso para iniciar las políticas públicas que eviten que menores sean proclives a beber y por ende a busca en la adultez el consumo de drogas duras.
Se sabe, por ejemplo, que en la entidad el 50 por ciento de los jóvenes menores de edad han consumido alcohol alguna vez en su vida, pero el 38 por ciento lo han hecho en los últimos 12 meses y 25 por ciento lo hicieron en los últimos 30 días, no menos preocupante es que 18 por ciento se embriagaron.
De ese es el tamaño del problema, no se están tomando acciones a nivel nacional para evitar potenciales consumidores de droga, y además se les está dando dinero mediante becas para que tengan acceso al consumo de alcohol, yo he sido testigo de ello.
Planet Youth ha demostrado la capacidad de que midiendo el problema y aplicando políticas públicas con gran sentido de integración social, se logra disminuir el consumo de sustancias tóxico adictivas legales que se convierten especialmente en los menores de edad en la puerta de entrada a otras adicciones y si a eso le sumamos el cambio de visión del mundo que vino a traer la pandemia es una verdadera bomba de tiempo.
Lo que no se mide, no se puede corregir.
Miguel Ángel Puértolas