Luego de meses de conflicto, berrinches de operadores políticos, encuentros y desencuentros entre representantes de los partidos políticos, ayer la Cámara de Diputados finalmente llegó al acuerdo de quienes deberán ocupar las sillas de consejeros electorales en el Consejo del Instituto Nacional Electoral (INE).
Ellos son Norma de la Cruz, egresada de Periodismo por la UNAM, con maestría en Resolución de Conflictos por la Universidad de Turín (Italia), fue observadora electoral cercana a Rutilio Escandón, ahora gobernador de Morena en Chiapas. Carla Humphrey, abogada por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, consejera del Instituto Electoral de la Ciudad de México y ex integrante de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda.
Fernando Faz Mora se ha especializado Derechos Humanos, cercano al poeta, Javier Sicilia, y miembro del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, ex consejero electoral estatal en San Luis Potosí de 2014 a 2020 y Uuk-Kib Espadas antropólogo social por la Universidad Autónoma de Yucatán, fue diputado por el PRD entre 2000 y 2003.
Los coordinadores de la mayoría de Morena, Mario Delgado y de la primera minoría la del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, han declarado que esta elección es “Sin cuotas, ni cuates” y “Las personas propuestas no son de nadie y así deberán de actuar”.
Eso se espera, que la autonomía del INE, amenazada en más de una ocasión, se mantenga pues vienen tareas cruciales como la aprobación de nuevos partidos, uno ligado al ex presidente Felipe Calderón, y el regreso de Encuentro Social con otro nombre. Además están pendientes las elecciones de Coahuila e Hidalgo, y el año que entra la elección tal vez la intermedia más reñida de la historia.
El reto además será el fungir como un verdadero árbitro imparcial, que no le rinda cuentas a nadie pues históricamente se ha considerado cada lugar entregado en el Consejo General como uno que le deben a los partidos políticos. Hoy los ciudadanos estarán más atentos que nunca a que no haya dados cargados ni balanzas inclinadas. Además de la urgencia por reducir los costos de las elecciones en México, empezando por los dispendios que se han ventilado en el INE.
