Lo que ayer vimos de la Selección Mexicana en el Mundial de Beisbol es lo que un día quisiéramos ver del Tri: esa garra, esa pasión y, sobretodo, a un naturalizado como Randy Arozarena.
Tiene sangre, pasión, calidad y, además, amor por el país. Se siente realmente mexicano, no como todos los que han ido a Un Mundial de futbol representando a México, futbolistas que su intención era jugar la Copa del Mundo, no simplemente ser mexicano.
No lo hacen porque quieren al país, porque quieren ser mexicanos, sino porque en sus países jamás los llamarían a una selección que vaya a un Mundial. Ésa es la realidad.
Pero volviendo al beis, desgraciadamente no alcanzó porque enfrentaron a la mejor selección del MUNDO, del MUNDO, como lo es Japón, y el batazo inicial de la novena entrada, que comenzó la voltereta, lo hizo el mejor pelotero del planeta: S. Ohthani.
México quedó eliminado ante el mejor del mundo, al que tenías maniatado, al que tenías 3-0 abajo, al que tenías 5-3 abajo.
Es como si México en futbol en semifinales tuviera 2-0 a Francia, la mejor del Mundo (a la que NO le regalaron tantos penales inexistentes y que no guiaron a ganar la Copa del Mundo) y ésta te da la vuelta con 3 de Mbappé.
Para los que no están adentrados en el mundo del beis, ésa es la comparación. México quedó fuera en semis contra el mejor del mundo. Es para aplaudirle a esta novena. Cero críticas. Tal vez la labor del relevo, sobre todo con Gallardo.
Y qué decir de Randy Arozarena, un extranjero que ama México, que quiso representar a nuestro país por su gusto, por su pasión, por amor y no por cumplir el check de ir a un Mundial, como todos los extranjeros naturalizados que han ido con el Tri a una Copa del Mundo (en ese punto solo se salva Sinha).
Gracias, Randy, por eso que le imprimiste a México en el Mundial; gracias, Arozarena, por esa pasión, por ese empuje y por ese gusto por portar los colores nacionales.
Gracias por esa demostración de cariño a México, por portar el sombrero charro con sinceridad y no con pose, por decirte mexicano y ahora, después de mis Tigres de Detroit, ya seguiré más de cerca a tus Rayas de Tampa Bay, porque te mereces que los mexicanos que amamos el beisbol deseemos que te vaya bien en tu carrera.
Ojalá en futbol, insisto, tuviéramos un Randy Arozarena y no todos esos que han ido a copas del mundo de futbol que no han hecho nada por el país (deportivamente hablando).
Para México se acabó el Mundial de Beisbol, pero estamos a nada de que comience el deporte y la Liga más hermosa del Planeta Tierra, de La Vía Láctea y del Universo, sí, las Grandes Ligas.
No se diga más y solo cantemos: Playboy… digo, ¡Plaaayball!
Posdata
No quise mezclar el hermoso deporte del beisbol con la Liga.
Ya mañana será otro día… ¡y otra información!