Ayer presentamos en la Cámara de Diputados Mexiquenses, un histórico libro, para conmemorar el sacrificio de los reconocidos, por gratitud histórica nacional: “Niños Héroes de Chapultepec”, a quienes califico con el término símbolo de Mártires, por la defensa heroica de nuestra nación frente a la invasión del ejército norteamericano en 1847, recuerdo que nos hace deponer diferencias y olvidar divisiones internas. Mi reconocimiento a la LXI Legislatura y especialmente al Dip. Maurilio Hernández, Presidente de la Junta de Coordinación Política.
El libro “Revista de las Causas y Consecuencias de la Guerra Mexicana”, fue escrito en 1848, por el Abogado Norteamericano William Jay, quien vivió, condenó y documentó la invasión ordenada por el Presidente del gobierno conquistador, James Polk. Se tradujo y publicó, cien años después, en 1948 por Guillermo Prieto Y. Esta obra demuestra que no todos los norteamericanos apoyaron al presidente invasor, como el reconocido presidente, entonces congresista, Abraham Lincoln, quien fue sancionado con su separación de la política por un espacio aproximado de 10 años. Se trata de una joya literaria que amerita ser conocida por todos los mexicanos, especialmente por quienes han emigrado a ese país, superando obstáculos inhumanos y agresiones de diversa índole. Nuestro Poder Legislativo se honra al contribuir, con apego a la realidad, recordando nuestra historia geopolítica, que puede darnos herramientas para encontrar mejores y más justas soluciones a los antiguos agravios, que abonen a nuestra mejor convivencia y al respeto de los Derechos Humanos de los migrantes, como señaló la Mtra. Myrna García Morón, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de nuestro Estado, al comentar la obra.
Tema de conciencia nacional es el significado central del homenaje a los Niños Mártires de Chapultepec, para reivindicar su sacrificio en defensa de nuestra Nación. Una proeza venerada actualmente, insertada en el culto de las llamadas Fiestas Patrias, que hace omiso recuerdo de los destructores bombardeos y el asalto al Castillo de Chapultepec, entonces sede del Colegio Militar, para recordar una hazaña de quienes, casi niños, dieron su vida con ejemplar amor por nuestra Patria. Lo que se ha demostrado constituyeron una flagrante violación de principios fundamentales del Derecho Internacional.
Nuestros gobernantes de aquellos primeros años de vida como nación, apenas atendían labores para salir adelante, sin apreciar el peligro del inminente expansionismo de Estados Unidos. Se aprovecharon de la incapacidad, la ingenuidad, el desinterés, la imprevisión de las autoridades desde la época de la Colonia, como Nueva España, y luego la reciente independencia de nuestra nación, que padecían penuria económica y guerra civil.
Invadido nuestro territorio, nos despojaron de más de la mitad y en 1848 se firmó el Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre la República Mexicana y los Estados Unidos de América, sin la aprobación de los Congresos Locales del país.
Por Mauricio Valdés