Se han registrado los candidatos que los partidos políticos han designado bajo diversos métodos, y algunos de los llamados “independientes”. Así que estamos observando a candidatos en fotografías, textos, videos, anuncios de partidos y casi de todo. Laentablemente ataques dirigidos a quien se considera el adversario a vencer.
Valdría la pena subrayar que en el camino se irán descubriendo y tal vez denunciando con suficiente argumentación legal y pruebas, violaciones a la legislación electoral que conducirían a un posible fraude, como los que generalmente se observan. Más les vale apegarse al cumplimiento de la ley y hasta pedirle a los compadres que mejor no traten de ayudar generando conflictos que pueden derrotar a candidatos ingenuos o bribones.
Estando de por medio la pandemia, la inseguridad que generan todo tipo de desconfianza, requerirán de innovar en sus campañas aprovechando todo medio a su alcance para persuadir a los electores, primero para que acudan a votar y luego que lo hagan por ellos.
Alegra ver una competencia entre mujeres y hombres que buscan la representación de un distrito o de su partido, y otros que van tras el poder municipal o hasta estatal. Las alianzas hasta ahora no han generado claridad de propuestas, tal vez en los próximos días podamos observarla. Sonoras reacciones de protesta de algunos afectados por decisiones que no les favorecieron, algunas con insultos y acciones condenables.
En los primeros 20 años del Siglo XXI algunas experiencias de campañas políticas exitosas, que valdría la pena las revisaran los diseñadores de estrategias. No para copiarlas desde luego, porque cada campaña involucra circunstancias y expectativas diferentes, pero ayudan a reflexionar para la toma de decisiones más acertada. En Política como en el Ajedrez, sólo cuentan los errores y se pagan caro.
Entre estas experiencias están: 1) segmentar el electorado para atender demandas diferenciadas; 2) la política de alianzas con líderes y grupos; 3) la operación cicatriz para recuperar fuerza al interior; 4) mensajes inteligentes para la TV, Radio, y las redes sociales; 5) difusión adecuada de la historia reciente más reconocida y aceptada por el electorado; 6) proteger adecuadamente la imagen del partido y de los candidatos de los ataques, principalmente de corrupción y violación a mujeres y a menores; 7) mostrar carácter para gobernar y defender a los electores, templanza, sencillez y humildad; 8) clarificar los ejes fundamentales del discurso de campaña, entre otras.
Y como dicen en la Parroquia de mi pueblo: muchas manos ensucian el agua de la pila de agua bendita. Cuidado con los expertos que saben ganar, pero para ellos, antes que para sus candidatos. Que triunfen los mejores en una sana competencia electoral.
Mauricio Valdés
@MauricioTexcoco