El tema del horario de verano establecido con el propósito de ahorrar energía y coordinación en Estados Unidos, es un tema por demás polémico. Podía verse en forma comparativa con otros países, lo que ayuda poco, porque la ubicación geográfica es diferente a la nuestra. No se trata de un asunto político partidista, ni tampoco de popularidad, se trata de un asunto que debe decidirse en términos científicos y de la experiencia de su aplicación en nuestro país.
En la Cámara de Diputados se ha venido discutiendo una iniciativa del Presidente López Obrador, de la Ley de los Husos Horarios en los Estados Unidos Mexicanos, y se ha acompañado de un estudio, principalmente de los resultados logrados en los 26 años que lleva aplicándose en el país, tema en el que se debe tener cuidado de no politizar por tratarse de un asunto por demás de carácter científico.
La razón argumentada anteriormente para el ajuste actual de horario de verano fue la variación de los períodos de luz en función del movimiento de la tierra, el 3 de enero la tierra está más cerca del Sol y el 4 de julio más lejos, algo que tiene que ver además con la evolución de la medición del tiempo, acorde con los avances de las comunicaciones y la tecnología.
El asunto parece sencillo, no lo es. Requiere de seriedad y profesionalismo, sin gritos, ni sombrerazos. Hay países que lo han decidido por referéndum, como Austria, otros ha sido con acuerdos entre los países como en la Unión Europea, otros como Canadá dejan a los gobiernos locales la regulación del horario de verano, y finalmente, puede aplicarse con variación temporal según la ubicación de cada localidad. La regulación se basa con mayor convencimiento para su aplicación, considerando la ubicación, más cerca de los polos, o con mayor cercanía al ecuador.
La controversia de la decisión parece situarse entre el ahorro de energía, con sus ventajas de protección al medio ambiente, así como los trastornos a la salud, porque genera cambios en el llamado “reloj biológico” de los seres humanos con alteraciones psicoemocionales. Una encuesta señalada por el Dip. Sergio Gutiérrez Luna reveló que el 71.4 por ciento se pronunció por mantener un solo horario durante el año.
El tema seguirá en el debate los próximos días. Quienes favorecen el horario único argumentan que los ahorros marginales de energía se pueden lograr con avances tecnológicos, de organización y de procedimientos laborales, frente a las múltiples afectaciones a la salud de los mexicanos, que opinan quienes quieren horario único. No obstante los municipios fronterizos con Estados Unidos, por diversas razones, seguirían con el horario de verano. Mientras tanto, los agricultores siguen guiándose por la luz del sol.
@MauricioTexcoco