Política

Ataques entre candidatos

Nuevamente en las campañas electorales de Puebla y otras entidades federativas, los ataques entre candidatos dejan ver la pobreza de argumentos y propuestas para elevar civilizadamente la calidad de la competencia electoral, que tratarían de mostrar a los electores quien es mejor, no quien resulta menos embarrado de lodo, porque al final quien resulte triunfador, queda como perdedor por las denostaciones.

Nos gustaría saber si en algún momento candidatos y sus equipos se habrán cuestionado ¿porqué atacar a su adversario? Esta forma de campaña electoral se ha vuelto un hecho cotidiano de nuestro país, como de otros países. Sin embargo, al final, siempre queda claro que los ataques con el tiempo se revierten.

A veces influye el estado de ánimo del candidato y de su equipo, en ocasiones miedo, malhumor, enojo, desesperación por lo que muestran algunas encuestas o sondeos de opinión; pero en otras se trata de la agresividad característica de la personalidad de los candidatos o de sus estrategas.

En otras ocasiones, la estrategia del oponente se dirige a provocar a quienes sabiendo que son de “piel delgada”, los espolean para generar el malestar y la agresión, como ocurre principalmente con las argucias relacionadas con las personas, sus bienes, sus familiares o amistades, sus antecedentes vulnerables, entre otras.

También se alienta el rechazo a las actitudes, las ideas y hasta la personalidad de entre los candidatos, de quienes pretenden transformar en algo natural el ataque y el contra-ataque, como si fuera lo relevante de una campaña, ver quien pega más y mejor, llegando a confundir la competencia electoral con una pelea entre poli-boxeadores. Esto generalmente es resultado de consejeros que alientan los ataques como forma “defensiva”.

Es la ignorancia de que la naturaleza del ataque no siempre resta votos a la víctima, sino más bien lo contrario.

Los ataques en una campaña deben formar parte de la estrategia general para ganar, porque lo principal debe ser posicionar a sus candidatos con propuestas atractivas de manera creciente. El actual Presidente López Obrador lo demostró en su larga campaña centrada en la lucha contra la corrupción, que aún le sigue dando beneficios. Aunque falta atender las necesidades y convertirlas en demandas.

El esfuerzo de partidos, candidatos y autoridades electorales podría centrarse en elevar la civilidad de la competencia para favorecer la elección de los mejores y no al contrario._

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Mauricio Valdés
  • Mauricio Valdés
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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