Nuevo León vive tiempos de abundancia y crecimiento económico, al tiempo que sigue enfrentando desafíos complejos en materia de igualdad e inclusión. Cuando se diseñó la Nueva Ruta: Incluir para Ser Iguales, invitamos a todas y todos a sumarse a nuestro sueño de los cuatro ceros: cero pobreza extrema, cero hambre, cero desigualdad y cero discriminación.
Para lograr esta aspiración sabíamos que era importante incluir en la ecuación la suma de las voluntades de todos los sectores del ecosistema social. En Nuevo León tenemos claro que la ayuda y cooperación, de todas y todos, es el camino a una sociedad más incluyente, igualitaria y con mayores oportunidades para todas las personas.
Ayudar en la Nueva Ruta es la estrategia que nos ha permitido brindar estructura, profesionalismo, procesos, mecanismos, transparencia, rendición de cuentas, evaluación de impacto y recursos a esta gran suma de voluntades a nivel estatal. Esto es lo que ha logrado que aceleremos el paso en la transformación de las vidas que estamos acompañando con nuestras estrategias y programas.
En estos dos años, nuestra tarea ha sido abrir las puertas desde lo público y habilitar los mecanismos para coordinarnos entre todos los sectores, una activa participación y así poder llegar a todas las personas, especialmente a aquellas que han vivido históricamente en entornos vulnerables. En este sentido, quiero compartir tres ejemplos del gran trabajo que hemos realizado en equipo.
Primero, hablemos sobre la Nueva Ruta: debo destacar que a través de un trabajo colaborativo con más de 500 aliados de todos los sectores, hemos podido llegar a más de 1 millón de personas, a través de 1.6 millones de servicios. Esto no podría entenderse sin las alianzas y el trabajo colaborativo entre gobiernos, empresas, organizaciones de la sociedad civil, colectivas, redes, universidades, voluntariados, instituciones y organismos, y desde luego ciudadanas y ciudadanos en general. Particularmente el caso de Hambre Cero, en el que en estos dos años hemos atendido a más de 290 mil personas en los 51 municipios, es resultado de colaboraciones entre más de 200 aliados, donantes y voluntarios del sector público, privado, social y académico, quienes se han sumado en la lucha contra el hambre.
Segundo, subrayar y confirmar que la sociedad civil organizada es un aliado fundamental. Somos el primer estado en el país que cuenta con una Ley de Fomento de la Sociedad Civil Organizada, además de un Consejo Consultivo, un Comité Técnico y un Programa, apoyando a más de 200 organizaciones a través de 356 proyectos. En estas organizaciones encontramos grandes soportes que coadyuvan en la obtención de nuestros objetivos institucionales. Con gran orgullo podemos asegurar que Nuevo León hoy tiene el marco normativo, institucional y programático más robusto a nivel nacional para el fomento de la Sociedad Civil Organizada, con el objetivo de brindar las herramientas y el acompañamiento que ésta necesita. Además, gracias a la coinversión, todo recurso invertido en el sector social se multiplica por siete.
Finalmente, mencionar que asumimos la responsabilidad de ver en el sector privado no solo un generador de riqueza, sino un aliado estratégico en materia de responsabilidad e impacto social. Un ejemplo de esto es que para el fortalecimiento de la estrategia de innovación y reducción de la brecha digital, a través de la generosidad de múltiples empresas, se han donado computadoras para nuestros Centros Comunitarios y Aulas Digitales. En Nuevo León, 1 más 1 es igual a 4, porque siempre de la suma de dos voluntades, que toman el poder de la generosidad en sus manos, se multiplican exponencialmente los impactos.
Hoy estamos viviendo esta multiplicación a través de la voluntad de los diversos sectores y la acción inmediata para atender casos como el de Acapulco, en el que, hasta la fecha, hemos logrado enviar a nuestras hermanas y hermanos más de 200 toneladas de ayuda. El apoyo continuará tanto en este periodo de ayuda humanitaria, como en fases posteriores de reconstrucción, teniendo presente que la unión hace la fuerza. Esto es prueba de que en nuestro estado somos personas de acción, somos personas que respondemos cuando se nos necesita. Quiero invitarlos a que seamos solidarios de forma permanente. Necesitamos, todas y todos, ser agentes de cambio día tras día, no solamente en momentos de crisis.
Nuevo León tiene un ecosistema social despierto y activo, organizado y siempre comprometido para ayudar. Sigamos trabajando por ese Nuevo León que estamos trazando, donde los valores que unen a las y los ciudadanos, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos son el motor para, verdaderamente, construir el mejor lugar para nacer, crecer, educarse y vivir.