Política

PISA y el futuro de la evaluación educativa en México

La educación en México atraviesa por una coyuntura crítica. La controversia en torno a la continuidad del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), ha generado intensos debates en el país, reflejando un panorama educativo que necesita un análisis profundo.

La prueba PISA, una evaluación estandarizada que mide las competencias de estudiantes de 15 años en matemáticas, ciencias y lectura, es un referente internacional para la toma de decisiones en políticas educativas. Sin embargo, la aplicación de esta evaluación en México está en riesgo.

Las críticas contra la prueba PISA no son nuevas. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha expresado su oposición a cualquier tipo de supervisión y evaluación, llegando incluso a influir en la salida de México de la prueba ERCE de la UNESCO y la suspensión de la evaluación Planea. Hoy, el mismo escenario se repite con la amenaza de eliminar la participación de México en PISA.

En México han trascendido inconveniencias relacionadas con la aplicación de la prueba en 2025. La falta de claridad en la postura oficial agrava la situación, generando incertidumbre en el sector educativo y desatando un debate sobre la relevancia de esta evaluación

Los resultados recientes de la prueba PISA 2022 situaron a México en el puesto 51 de los 81 países evaluados. Este resultado, aunque predecible para algunos expertos, evidencia un retroceso significativo en el sistema educativo mexicano. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado los problemas existentes, afectando la calidad de la educación y destacando la necesidad de una evaluación objetiva y sistemática.

La desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en 2019 ha debilitado aún más la estructura de evaluación en México, eliminando ejercicios de seguimiento como la prueba Planea. La falta de una herramienta independiente de evaluación pone en riesgo la transparencia y la capacidad de diagnosticar y mejorar la calidad educativa.

En este contexto, políticos, expertos y actores educativos han manifestado sus inquietudes. Por un lado, señalan la importancia de la prueba PISA como referente internacional, advirtiendo sobre las graves repercusiones de su eliminación para la evaluación y mejora del sistema educativo. Por otro lado, expertos en políticas e innovaciones educativas enfatizan la relevancia de esta evaluación para identificar áreas de mejora y aprender de prácticas globales efectivas.

La educación en México enfrenta desafíos significativos, y la participación en la prueba PISA es crucial para mantener una perspectiva comparativa internacional y guiar el diseño de políticas educativas. La decisión de continuar o retirar la prueba PISA de México no sólo refleja una postura política, sino también la dirección y el compromiso del país hacia la mejora de la educación para las futuras generaciones.

Para asegurar el progreso educativo en México, es fundamental que las evaluaciones sean mantenidas, permitiendo identificar áreas de oportunidad y adoptar mejores prácticas globales. La continuidad de la prueba PISA es esencial para proporcionar una evaluación independiente, transparente, y comparativa, ayudando a guiar el rumbo de la educación en el país y a desarrollar un sistema robusto para las futuras generaciones.


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Mario Luis Pérez Méndez
  • Mario Luis Pérez Méndez
  • Presidente de la Cámara Nacional de la Educación de la República Mexicana (Canermex), y Rector de la Universidad IUEM.
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