A poco menos de un año de la jornada electoral de 2024 pocos dudan que serán las mujeres quienes jugarán un papel protagónico tanto en la sucesión presidencial como en la gubernatura. Y aunque hace años que ocupan candidaturas de peso e importancia, ahora las condiciones socioculturales finalmente están dadas para hacerlo posible.
Hace 22 años lo avizoró Carlos María Abascal y lo afirmaba sin empacho de cara a los vientos democráticos del primer gobierno de la alternancia: ese llamado a crear condiciones para la promoción y la participación de las mujeres en el espacio público. Lastimosamente, ese discurso no fue entendido por esa franja que distorsiona el debate público dada su incapacidad de ver más allá de la propia ideología y el prejuicio.
A esa arenga en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, que propugnaba por “abrir los espacios educativos y sociales a la mujer para que pueda prepararse tanto como sea capaz para enriquecer con su genio femenino el desarrollo de la cultura, la ciencia, la empresa, la política y el arte de la asistencia social, y de las agrupaciones intermedias de la sociedad”, hoy se le puede apreciar en todo lo que vale.
Hoy nadie lo duda y los partidos están al tanto de las actuales exigencias del electorado, y ya las diversas corrientes políticas se dieron la oportunidad de enriquecer sus cuadros para presentar una oferta más robusta.
Guanajuato no es la excepción. Como lo sostuvo Libia Dennise con Carlos Zúñiga en la entrevista difundida a nivel nacional en Notivox Televisión, en la entidad abundan ejemplos de probada capacidad y liderazgo, y ella es un claro ejemplo de ello.
El 2024 está cerca y será la prueba de fuego como sociedad para demostrar si la equidad es un valor que se ejerce con regularidad, o se queda aún en la simple estadística y en el papel.
Llegó la hora del genio femenino.