El mes pasado le comenté en este espacio: no obstante la imposibilidad de conseguir las firmas necesarias para ser candidato presidencial independiente, Eduardo Verástegui no desistiría.
Aunque en un principio se preveía una gran cruzada ciudadana para promover que sus simpatizantes escribieran José Eduardo Verástegui Córdoba en el recuadro reservado en la boleta para candidatos no registrados, en los últimos días se ha definido una estrategia jurídica para llevar su caso hasta las últimas instancias.
Y no, no me refiero al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sino ir más allá: armar un litigio estratégico en materia de derechos políticos y electorales ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
Fuentes que conocen del tema en Guanajuato, confiaron que la próxima semana el actor acudirá ante las oficinas centrales del Instituto Nacional Electoral para solicitar su registro como aspirante presidencial.
La ruta trazada indica que una vez formalizado el rechazo a la solicitud, se recurrirá ante el TEPJF, donde es previsible se sostenga la decisión del Instituto.
El grupo de abogados de Verástegui acudirá entonces a la CIDH, donde solicitarán medidas cautelares para salvaguardar el derecho de Verástegui a ser votado.
Estaremos atentos al desarrollo, en los hechos, por sus repercusiones y los precedentes existentes donde la CIDH ha enmendado la plana a las instituciones mexicanas.