La noticia cimbró a la clase política estatal tras conocerse el asesinato del diputado y pre candidato panista a la alcaldía de Juventino Rosas, Juan Antonio Acosta Cano.
Y es que además de la incidencia delictiva desatada en la zona de influencia del cártel de Santa Rosa de Lima, en el marco de la disputa que sostiene contra otros grupos criminales por el que fuera su principal bastión, lo que ha disparado todos los indicadores de inseguridad, entre ellos la tasa de homicidios dolosos.
El de Acosta Cano, dada la prominencia del personaje enciende las alertas. Que los grupos criminales traten de incidir en la conformación de los poderes locales no es asunto nuevo. En otras entidades de la república, y aquí en recientes procesos electorales, algunos políticos han sucumbido bajo el plomo y, se dice con insistencia, otros más por el peso de la plata.
En ese sentido, urgen medidas extraordinaria para garantizar el desarrollo del proceso político electoral en puerta. Me explico: que las autoridades que tomen la estafeta en las próximas administraciones municipales y en los diversos puestos de elección popular a renovarse, accedan al poder como producto de la voluntad popular, y no de los intereses de facto que existen en las regiones.
Más aún, se trata de un integrante de uno de los poderes locales, el Poder Legislativo, quien llegó a la LXIV Legislatura por el mandato popular y que, al haberle segado la vida, la delincuencia también ataca a la conformación de la organización política del Estado mismo
La condena categórica por líderes de partidos políticos y compañeros legisladores debe ir más allá de los discursos y las autoridades están obligadas -como en todos los casos- a dar con los responsables y llevarlos ante un juez, pues de lo contrario se seguiría abonando al estadío de impunidad que nos ha llevado a esta situación actual. Quizá sea poco lo que se pueda avanzar para el restablecimiento del Estado de Derecho, pero cualquier paso que se de, por mínimo que sea, en esa dirección, es preferible que la inacción que conduce al deterioro de la cultura de la legalidad y al empoderamiento de la criminalidad.
Hoy tocó a un integrante de la clase gobernante y se suma a los miles de casos de guanajuatenses que engrosan las estadísticas oficiales. Descanse en paz.
Periodista de investigación. Ex servidor público de carrera