No se necesita ser hinduista para practicar yoga. Es por eso que cuando se habla de posturas que evocan a una deidad del panteón hindú, de lo que se habla es de la conciencia que esa figura mitológica representa.
Tal es el caso de las asanas que hacen referencia a Ganesha, hijo de los dioses Shiva y Parvati. Su cabeza de elefante representa el alma (atman), su cuerpo humano representa lo físico (maya) y se le considera el removedor de obstáculos, patrono de las artes, de las ciencias y señor de la abundancia. En realidad, simboliza la capacidad de los seres de poder realizar una distinción entre lo que es real y lo que no, es decir, aporta sabiduría e inteligencia.
Así que hay dos posturas que evocan tanto la conciencia del elefante mismo, Eka Hasta Bhujasana, como la de Ganesh, Vakratundasana. La primera llamada la postura de la Trompa del Elefante y la segunda llamada la postura de la trompa torcida de Ganesh.

Eka Hasta Bhujasana, también conocida como la postura de la pierna sobre el hombro, es una posición sentada de equilibrio sobre los brazos que fortalece muñecas, brazos, hombros y el core o núcleo, además de que abre las caderas.
Como explica el portal yogainternational.com, “si miramos un poco más de cerca, en el nivel más sutil, el equilibrio pierna sobre hombros nos ayuda a avivar el fuego secreto que está dormido en lo profundo del sistema nervioso y el intestino, e integra las energías instintivas de los tres chakras inferiores con aspiraciones más elevadas y una conciencia ampliada”.
Por su parte, en Vakratundasana, el giro del tronco en flexión como la trompa torcida de Ganesh, el removedor de Obstáculos, nos recuerda los giros de la vida para “aprender a confiar en el viaje”:
“Ganesha gobierna tanto la eliminación como la ubicación de las dificultades en nuestro camino. No siempre se trata de eliminar el problema percibido. Lo más probable es que el obstáculo se haya colocado allí para hacer brillar la conciencia en alguna parte oculta de ti, para llamarte a la acción y para sacar a relucir una nueva cualidad divina que ahora debes aprender a encarnar. Lo que sea que encuentres en tu camino tortuoso, míralo como una oportunidad para tu evolución”.