En breve será el Día del Niño en México. Tradicionalmente, la escuela y la familia celebramos este día sin mucha reflexión; es decir, reconocemos que nuestros niños son amados y respetados, pero no hacemos de esta fecha una ocasión para que ellos lo sepan de esta forma. ¿Cómo empoderarlos y educarlos como seres humanos autónomos, libres y felices? ¿Sabemos cuáles son sus derechos y los respetamos?
Este 30 de abril es la ocasión perfecta para empezar a revisitar este tema.
Podemos empezar por reconocer y aprender dos cosas: la primera, que las niñas, niños y jóvenes tienen derechos específicos; la segunda es que estos derechos no solo están en las declaratorias internacionales o en la Constitución "de adorno", sino que existen leyes específicas, reglamentos e instituciones que velan por garantizarlos.
Si son mamá, papá, maestro o conviven con niños de cualquier edad, pueden invitarlos a reflexionar sobre este tema: contarles cómo, durante mucho tiempo, las sociedades no reconocieron a los niños como personas o como ciudadanos. Incluso, se desconoce mucho sobre la niñez, debido a que la historia escrita cuenta con muy poca información.
Podemos decirles que actualmente las sociedades trabajan en incluirlos en sus decisiones, pero que ha sido complicado, pues todavía hay adultos que no creen que los niños "sean importantes". Es relevante para ellos conocer que ir a la escuela es un derecho que tienen todos los niños mexicanos, pero que a veces no todos pueden ir hasta el salón de clases, porque algunos niños trabajan para ayudar a sus papás o existen lugares muy lejanos a donde no pueden llegar, pues no hay caminos o transporte. Sensibilizarlos sobre cómo algunos niños trabajan todo el día, que muchos son separados de sus mamás porque ellas no pueden llevarlos ganar dinero para mantenerlos, y muchos otros salen solos de sus casas para irse a Estados Unidos.
Podemos decirles que todavía nos falta mucho para que todas las niñas vayan a la escuela, porque sus papás no lo consideran necesario (y preguntarles por qué creen necesario que tanto niñas como niños tengan educación). Que muchas jovencitas a veces deben ser mamás muy jóvenes, porque es la costumbre del lugar donde nacen.
Y después podemos hacerles una promesa: que cuando a ellos les toque ser adultos, los niños mexicanos van a estar más felices y pueden ayudar a hacer la diferencia, si se lo proponen.
Puedes seguirme en Facebook como /MarielaSolis y en Twitter como @mariela_soro. Escucha mi sección "Voz de Mujer" los jueves, a las 8:15 am, en la 920 de AM.