Cultura

Del ideario huasteco

  • Taller Sie7e
  • Del ideario huasteco
  • María Luisa Herrera Casasús

La distinguida dama doña Oralia Gutiérrez de Sánchez, (ya fallecida) originaria de Cd. Valles, reunió junto a su esposo, varias figuras huastecas prehispánicas para el museo de la ciudad, y asimismo se dedicó a conocer y publicar las costumbres del pueblo teének o huasteco.

De su libro “Rituales y Ofrendas Huastecos”, transcribo algunas prácticas y supersticiones de esa raza.

Cuando una mujer se halla embarazada, no debe comer cocos ni mameyes, pues, al igual que esas frutas, su estado de preñez duraría todo un año. Los recién nacidos reciben una especie de bautizo con agua fría de manantial, pues si está tibia, no cosecharán lo que hayan sembrado.

Si el niño nace con dos remolinos en la cabeza, indica que será brujo o curandero, y no se deberá cortar el mechón de pelo de allí hasta los siete años de edad. Y los adultos no deberán acercarle cintas de color rojo, ya que moriría de golpe de machete.

Cuando los huastecos matan algún animal silvestre, se cuidan de recoger todos los huesos después de comerlo. Una vez completo, el esqueleto se entierra al pie de un higuerón, ya que su creencia es que, si algún antepasado que hubiera reencarnado en ese animal, cuando en el día final llegue a buscar su envoltura externa, encuentre el esqueleto completo.

Y cuando sale de su casa rumbo a cualquier sitio, siempre pide protección a Ajátic (Cristo), ante el altar familiar. Y al salir de camino, sacude sus ropas con una rama por lado y lado para ahuyentar a los malos espíritus.

Y si han sido sorprendidos por alguna víbora, o han recibido un susto, acuden al brujo para quitarse el “asombro” o la “tristeza” por medio de una barrida con albahaca, horcajudas, yerba del negro, o con un huevo de pato.

Si se incendia el hollín del fogón, es que los malos espíritus andan cerca. Al atizar la lumbre, cuidan de no meter el leño en el fuego por el extremo más delgado, porque al morir serían metidos por los pies al fuego del infierno.

Si los perros aúllan por la noche, es que ven pasar a un muerto. Temen escuchar el ulular de un búho, porque les anuncia su propia muerte. “Cuando el tecolote canta, el indio muere”, dicen sus creencias.

Encantadoras, ¿verdad?


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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