Por años he estado escribiendo en este espacio sobre Torreón. La mayoría de las veces ha sido para señalar las carencias que tenemos en la ciudad, pero también para comentar obras o personas que son dignas de mencionar.
Las últimas semanas debido a las inusuales lluvias, la ciudad se desquició y evidenció la desidia que por años tuvieron los gobernantes para crear infraestructura y en este caso el drenaje pluvial. Con la cantaleta de “que nunca llueve”, hasta que llueve y entonces las calles se inundan, el transporte público se paraliza, los coches se atrofian; con el pavimento de mala calidad las vías se llenan de grietas y baches.
Imposible culpar al alcalde Jorge Zermeño, ya que él recibió una ciudad que por 20 años y malas políticas tanto del Estado como del Municipio fue dejada de lado. En todo este tiempo miles de jóvenes laguneros tuvieron que emigrar por falta de trabajo, el centro de Torreón se convirtió en un muladar, se construyeron obras de relumbrón como el teleférico, u otras que no acabaron de cuajar como el paseo Morelos.
El IMPLAN a cargo de Eduardo Holguín ha hecho un buen trabajo primero con la investigación de los datos duros en cada área del municipio y segundo en elaborar un plan a corto, mediano y largo plazo para Torreón. Ya está en blanco y negro para implementarlo.
Para llevar a cabo este rescate de Torreón y para que se convierta en una ciudad digna, limpia y con oportunidades para nuestros jóvenes necesitamos una ciudadanía unida, con amor por su ciudad; misma que fue construida con grandes esfuerzos por nuestros antepasados.
Necesitamos invertir en infraestructura económica (el drenaje pluvial es esencial) para atraer nuevas empresas y sobre todo pagar salarios decentes; Cultura, sí invertir en cultura para todas las clases sociales; me refiero a que se tiene que impulsar programas para colonias populares, pero sin dejar de lado la alta cultura: conferencias de literatura e historia, exposiciones y espectáculos de calidad, se debe seguir apoyando a la Camerata y a las otros grupos musicales, igual que a las escuelas de música; los talleres de literatura, pintura, música, historia, teatro, danza que van formando a los nuevos talentos laguneros.
El centro histórico es la imagen de Torreón y ésta es desastrosa; no lo podemos permitir, se tiene que aplicar la ley para mejorar la imagen urbana. Los incentivos por medio del predial para arreglar las fachadas funcionan. Sí, se necesita cambiar a la ciudad, pero también la actitud de los torreonenses. Necesitamos hombres y mujeres “echados para adelante”. Sin miedo.
