La historia oral es una reconstrucción del pasado y nuestra memoria es selectiva. En ese laberinto memorioso el protagonista principal de un hecho tiene que confrontar un recuerdo que da cuenta del amor o dolor que sufrió o vivió como personaje principal.
Esa remembranza la puede borrar, minimizar o ensalzar.
Es por eso que la historia oral se coteja con los documentos, las hemerotecas y la bibliografía. Y aún así hay lagunas históricas, en el caso de las hemerotecas sabemos que los periódicos de cualquier época tiene ideología: por ejemplo un hecho político de nuestro país será tratado de diferente manera por dos periódicos de diferente tendencia: La Jornada y Reforma.
El mismo hecho y diferente acercamiento. En una familia pasa igual un mismo hecho y cada hijo lo recuerda de diferente manera. “Dos veces única” (Elena Ponia-towska, Seix Barral, 2015) una biografía de Guadalupe Marín, la única esposa de Diego Rivera que se casó por la Iglesia.
“Diego es ateo, nadie va a obligarlo a hacer algo en lo que no cree. Lupe salta y alega: “Entonces ¿qué te importa casarte por la Iglesia, panzoncito? Para sorpresa de todos, Diego dice que si.
”Poniatowska retrata la vida del México posrevolucionario, los movimientos culturales, políticos y económicos que se están gestando en este nuevo país después de la Revolución; la vida privada de la familia y de los amigos se ve retratada en estas páginas que pintan los diferentes caracteres de personajes que en ese entonces empezaban sus carreras como los contemporáneos Jorge Cuesta que pertenece a este grupo se enamora perdidamente de la “única” de la diosa de ojos verdes que pintó Diego Rivera en Chapingo.
Lupe Marín la “Coatlicue”, la reina de su casa, la mujer que cocina y cose vestidos como los de Chanel, la madre de Guadalupe y Ruth Rivera Marín y de Antonio Cuesta Marín, la que dejó un rompecabezas de imágenes y que cada uno de sus hijos, de sus nietos y de sus esposos: Diego Rivera y Jorge Cuesta van a tener diferentes ángulos de esa mujer que rompía plaza donde entrara, no siempre serán positivos.
Los destellos de la memoria y una verdad histórica serán siempre subjetivos. Un ángulo de la vida de Guadalupe y del México posrevolucionario se retrata en esta novela.