El Mercado Juárez ubicado en las avenidas Juárez e Hidalgo y las calles blanco y Acuña fue construido en 1906 por el ingeniero Andrés L. Farías e inaugurado en 1907 por la administración de Rafael Aldape Quiroz. En una imagen histórica se destaca una torre con reloj y el movimiento comercial propio de la ciudad. En contra esquina se encontraba de La Vencedora, tienda de abarrotes de Manuel Juy. El mercado se incendió en 1929.
El nuevo Mercado Juárez fue reconstruido después del incendio por el ingeniero José Bracho, con materiales de cantera y concreto, ornamentado con dos arcos de cantera de estilo Art Decó, donde abundan las formas orgánicas de racimos de verduras, legumbres y frutas entrelazadas con rayos y guirnaldas, tuvo otras dos remodelaciones en 1958 y 1983. Su aspecto actual tapizado de azulejo y teja, no respeta el diseño original; sólo se conservan los arcos de cantera, hecho que deja mucho que desear.
A principios del siglo XX la comunidad china sembraba hortalizas en el sector llamado el Pajonal, donde ahora están situadas las colonias Torreón Jardín, Nuevo Torreón, La rosita y San Isidro; en esas tierras sembraban lechugas, zanahoria, coliflor, calabaza, calabacita china o virgen, calabaza de Catilla, papa blanca, papa del gallo, rábanos, chayote, tomate. Vendían sus productos en los mercados Alianza y Juárez.
En el Mercado Juárez también se podía encontrar: pescados, mariscos, carne de res, ternera y puerco; además de productos que sembraban en toda la región lagunera; había puestos de dulces regionales, fondas de comida que eran una delicia. Era una lugar limpio donde la gente iba a comprar a diario.
Con el paso del tiempo los residentes del centro de Torreón lo desalojaron; dueños de edificios finiquitaron contratos con sus inquilinos, por cierto hoy están solos; hubo nuevos fraccionamiento en el oriente de la ciudad y la gente emigró a esa pare de la ciudad, la Central camionera que estaba en el Centro se cambió, y de un momento a otro ya no había los clientes deseados. Nuevos centros comerciales que cuentan con estacionamiento, aire acondicionado y limpieza se volvieron su competencia.
Sin embargo, el Mercado Juárez puede resucitar como un centro turístico de la ciudad con varias condiciones: limpieza e higiene del personal y de los alimentos. Los locatarios pueden hacer alianzas con los productores para obtener productos frescos y de calidad, donde se incluya pollos de granja alimentados de maíz, todos productos orgánicos como un plus para los restaurantes; su labor será convencer a los dueños de restaurantes de incluir en su menú comida tradicional lagunera.
Los locatarios deben forjar alianzas con Implan, CANIRAC, las secretarías de Turismo y Economía para asesoría y apoyo. Se puede lograr, pero los arrendatarios tienen que cambiar a una cultura de servicio de primera. Los mercados en todas las ciudades son un polo turístico. El mercado Juárez es un referente de identidad en la ciudad, pero se tiene que transformar. Les dejo la tarea.