El periodista mexicano se compromete a una misión, a un combate y a una profesión peligrosa. Su viacrucis, vivir en estrés.
No solo es una profesión de fe, sino que se encuentra con un inesperado peligro. Es un iluminado, conspirador, un ser humano que tiene que extraer fina imaginación.
También puede ser un anacoreta o llegar a ser acróbata equilibrista y un payaso que vende su pluma si cede a la tentación, si no pasa la prueba de la purificación, como en aquellas ceremonias rituales de los antiguos guerreros caballeros de las sociedades secretas. El temple todos los días.
El periodista tiene que conquistar, defender y conservar su independencia. Es un reto para él no involucrarse con grupos, intereses ajenos a su profesión y a partidos, ideologías, personajes … hasta llegar al heroísmo.
Debe tener a la mano la cera que usó Ulises para no escuchar el canto de las sirenas, ser testarudo y aprender a decir “no” ante ofertas ventajosas. Todo ello para ganar el respeto por sí mismo y para la profesión.
Además, mantenerse informado, poseer contactos, paciencia, ética, habilidad y capacidad, así como tiempo y lo más importante ahora: desafiar el peligro sin pretender ser un héroe.
Sí, efectivamente, porque en México se está asesinando a periodistas, en un número tal que escandaliza al gremio de colegas de todo el mundo, colocando a la profesión como la más peligrosa del planeta. En este momento, 11 de febrero de 2022, se está velando en Salina Cruz, Oaxaca, al periodista Heber López Vázquez. Como siempre… la autoridad investigará.
Son muchos los requisitos para conquistar el título, a cambio de sortear una suerte mortal. Todo porque tiene y debe defender la verdad, ante el pueblo, olfatear, adivinar, relacionar hechos y a veces, remar contra la corriente.
Además, anteponer la amistad y declinar favores, sin dejar de ser amistoso, humanista, cordial , dominar la gramática y poseer memoria prodigiosa.
Aparentemente se está diseñando el perfil de una ser que no puede ser humano, como mitológico, extraterrestre, un ente de quimérico ideal.
Solamente faltaría añadir que debería poseer una coraza, usar chaleco y vehículo blindado. _
