Desde 1990 la Organización de las Naciones Unidas realiza estudios para establecer el índice de desarrollo humano de los países que la integran, con el objetivo de medir la sustentabilidad, la reducción de niveles de desigualdad, el nivel de ingresos, la educación y las condiciones de vida en que vive cada persona.
Busca aportar luz al nivel de vida que experimenta cada lugar del mundo para enfocar, con bases, futuros programas de ayuda internacional en diferentes ámbitos, tales como en la infraestructura, proyectos, educación e instituciones.
También se encarga de marcar valores como esperanza de vida y medir el PIB por habitante.
Estos son retratos fieles porque los realizan especialistas internacionales sin vinculaciones con gobiernos, partidos políticos, organizaciones no gubernamentales u otros tipos de instituciones o personas que podrían interferir en los datos duros que se derivarán.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2021-2022 da a conocer en su informe anual, que México califica con 0.758 puntos, siendo la escala de cero a uno, siendo el uno el máximo, colocándose entre los 191 países encuestados, en la posición 86, bajando siete puntos respecto a la anterior calificación.
El IDH hace énfasis en el análisis de los indicadores como el Producto Interno Bruto, la inflación, el empleo formal y el registro patronal, la inversión exterior directa, las exportaciones, etc.
Mide el IDH la capacidad de desarrollar las habilidades físicas y psíquicas de los habitantes, que permitan reconocer las emociones y sentimientos a través de la inteligencia emocional, la capacidad de controlar impulsos y a diferenciar lo positivo de lo negativo.
Los estados mejor calificados en nuestro país han sido la CdMx, con 15.73; el Estado de México, 8.92; Nuevo León, 8.06; Jalisco, 7.26. Tamaulipas ocupó el lugar número 12 con 3.03. Muy abajo: BCS, Nayarit, Zacatecas, Colima, Tlaxcala.
Como se podrá observar, los datos reflejan la realidad de cada país y región, y contra ella no caben los discursos, los triunfalismos y proclamas que no resultan sino oropeles detrás de los cuales solo existe un mundo de imaginación.
Como los efectos especiales de las películas: se ven pero no existen. _