La número 13 es quizá la ley de Greene que mejor refleja la naturaleza humana. “Cuando pida ayuda, no apele a la compasión o a la gratitud de la gente, sino a su egoísmo”, nos enseña el autor de las 48 Leyes del poder. Un axioma que todas y todos debemos tener presentes y ante el cual nos hemos encontrado a lo largo de nuestras vidas, más allá de la política y de lo público.
La gente es egoísta por naturaleza, los políticos y quienes persiguen el poder lo son aun más. Es por eso que el prestigioso escritor recomienda no esperar que los demás agradezcan lo que hacemos por ellos ni mucho menos apelar a su compasión, sino alimentar su ego a cambio de promesas y beneficios futuros.
Todos sabemos cómo le fue a Churchill una vez terminada la guerra y habiéndola ganado y salvado a su país y al mundo entero, terminó perdiendo las elecciones que lo ratificarían como Primer Ministro de Inglaterra, bajo la premisa de que lo suyo era ganar guerras y no precisamente gobernar en tiempos de paz.
En México podríamos decir lo mismo de algunos personajes que no gozan de ningún agradecimiento después de haber logrado una gran hazaña. En lo económico, Zedillo, que estabilizó al país después de una de sus peores crisis; en lo político, Fox, que lo liberó de aquello que Vargas Llosa denominó como “la dictadura perfecta” de un régimen autocrático de más de 80 años; y en lo deportivo, Hugo Sánchez, de quien no me voy a ocupar por no ser esta una columna deportiva, pero que no goza aquí de la veneración que los argentinos le profesan a Maradona allá.
En fin, la gente es ingrata y de corta memoria, por eso la compran con dádivas y falsas promesas, en todo el mundo y a lo largo de la historia.
Lo mismo Hitler, que Stalin y Trump, siempre apelando a los sentimientos más inhumanos de los seres humanos, el racismo, el odio, el chauvinismo y otras aberraciones.
La llegada a México de dos impresentables tiranos de la región, es muestra clara de cómo lo que importa es el ego, más que el ruego. Así que nos vemos luego.
Para llevar
Les comparto que esta semana, en Monterrey, se celebrará la XVI edición de la Cumbre Mundial de Comunicación política, del 21 al 23 de septiembre, con la participación de especialistas en distintas disciplinas de esta actividad, provenientes de todo el mundo España, principalmente. Este foro siempre es un buen espacio para disertar sobre las elecciones en el mundo, la democracia, los partidos, las campañas, las y los candidatos, sus estrategias, equipos, las redes sociales, el periodismo, las fake news, el discurso, las encuestas, las legislaciones, los árbitros electorales y tantas cosas, factores y actores que intervienen en el imperfecto pero insuperable sistema llamado democracia.
En ella estaré dictando la conferencia que lleva el mismo título de esta columna, “Lecciones sobre elecciones”, donde hablaré sobre lo que aprendimos del pasado proceso electoral en México y los que tenemos en puerta aquí en todo el hemisferio. No se la pierdan.
Por cierto, el organizador de la Cumbre es Daniel Hernán Ivoskus, de Argentina. Bienvenido a nuestro país, colega y colegas del mundo. La nuestra es también su casa.
Marco Sifuentes