Viene la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan).
El gobierno mexicano anunció ayer que inicia del proceso de consultas por 90 días con el sector privado y otros actores relevantes para fijar los parámetros que guiarán la revisión y profundización del Tlcan.
El presidente Enrique Peña Nieto afirmó que el gobierno de EU inició en paralelo el mismo proceso para comenzar la renegociación del Nafta.
En paralelo, el gobierno mexicano negociará este año la modernización del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
El gobierno de Enrique Peña Nieto ratifica en los hechos lo que ha venido diciendo en sus discursos: México mantiene su compromiso con el libre comercio.
Ello a pesar de las amenazas y advertencias que ha hecho el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el sentido de que aplicará políticas proteccionistas y nacionalistas.
Lo cierto es que a México le ha redituado el libre comercio.
Con la apertura, México dejó de ser un país exportador de materias primas, en particular de petróleo, para convertirse en el primer país exportador de manufacturas de América Latina y el tercero entre las economías más desarrolladas.
En ese sentido, es cierto que México aprendió a competir y se colocó entre los mejores en diversos sectores industriales.
Lo que no hizo fue fortalecer las cadenas productivas nacionales e impulsar a los proveedores nacionales.
Por eso es importante la iniciativa de la Concamin, que encabeza Manuel Herrera, para reactivar e impulsar el distintivo Hecho en México.
El gobierno y los sectores productivos deben trabajar en un diagnóstico y una base de datos muy precisos que permitan interconectar la oferta con la demanda y al mismo tiempo procurar que aumente el contenido local en las compras de gobierno. Todo indica que la iniciativa de Herrera busca esos objetivos.
La modernización de los acuerdos nacionales es muy importante, pero no lo es menos la integración de la industria nacional que debiera. Al tiempo.
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