Todo indica que el gobierno mexicano se prepara para jugársela y superar, si no todos, al menos algunos de los más complicados temas en la próxima ronda de negociación del TLC.
Son dos los que más preocupan y ocupan: las reglas de origen en la industria automotriz y la modificación de los capítulos relacionados con la resolución de controversias y la protección de las inversiones.
En el primer caso ya se elabora una propuesta. En el segundo, el gobierno mexicano estaría dispuesto a ceder a los términos estadunidenses de que desaparezcan, aunque se mantendrían vigentes para Canadá y México.
El más candente es el de las reglas de origen en la industria automotriz, en el que el gobierno de EU exige aumentar la medida regional de 62.5 a 85 por ciento y que de ese total 50 por ciento sea de EU.
Hasta ahora la industria automotriz mexicana, que exporta 130 mil millones de dólares al mundo, venía rechazando de tajo la propuesta de EU.
También se oponen a la exigencia gubernamental estadunidense las industrias automotrices de EU y Canadá. Sin embargo, a petición del gobierno mexicano, la AMIA elabora una contrapropuesta. Habrá que ver qué contrapropuesta realiza el gremio mexicano que no contradiga lo que hasta ahora ha dicho.
La intención es presentarla en la séptima ronda de negociaciones entre México, Estados Unidos y Canadá, que iniciará el próximo 25 de febrero. O sea que la AMIA tiene escasos días para la definición de su contrapropuesta.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, públicamente habló ayer de esta propuesta. De alguna forma el funcionario ya lo había planteado en distintas declaraciones en las que afirmó que en la medida en que se busca modernizar el TLC, se tiene que hacer lo que concierne a la industria automotriz.
Y aunque se habla de una posición del gobierno mexicano, lo cierto es que en realidad se trata de una postura del sector industrial automotriz, que sería avalada por el rubro privado y por el propio gobierno mexicano.
El que tiene la “papa caliente” directamente en sus manos es el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís. El dirigente del poderoso gremio es quien tiene la responsabilidad de coordinar los diferentes intereses y puntos de vista de las distintas armadoras para presentar una propuesta.
La expectativa es que en cuestión de unos días más la AMIA alcance un consenso entre los integrantes del gremio y la presente a los representantes de los organismos empresariales que encabeza Juan Pablo Castañón a través del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el gobierno mexicano, encabezado por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
Viene la séptima ronda de negociaciones y podría ser determinante para la modernización del TLC. Al tiempo.
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