La persecución de Morena al PAN con la estrategia del llamado Cartel Inmobiliario, no es más que una guerra sucia confeccionada por el presidente López Obrador y ejecutada por el faccioso Martí Batres, secretario general del gobierno de Ciudad de México, para arrebatarle al precio que sea la mayoría de las alcaldías capitalinas en el proceso electoral del año próximo.
Y es que el desprestigio que quiere endosarse a los blanquiazules a través de supuestos actos de corrupción en la alcaldía de Benito Juárez, encabezados por los titulares y ex funcionarios de esa demarcación, es uno de los objetivos perversos de los guindas.
Ese juego perverso en el que las huestes morenistas son verdaderos expertos en desestabilizaciones y agresiones, se debe en primera instancia a que en junio del 2021 Morena fue derrotada en 9 de las 16 alcaldías que conforman la geografía de la capital del país. Desde que perdieron la hegemonía de Ciudad de México los morenos han inventado una y mil historias y leyendas para desacreditar a los que no se pliegan a sus medidas.
No hay que olvidar que Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc, -demarcación que llenaba de dinero las arcas capitalinas para movilizaciones y prácticas ortodoxas- fue perseguida desde el inicio de su administración en octubre del año 2021, acusada de todo.
La otra delegación, Benito Juárez, hoy en el ojo del huracán alentado por la Fiscalía capitalina -denunciada ayer por el propio PAN por falsedad en declaraciones y lo que resulte- son las estrategias que maneja Batres Guadarrama para debilitar a la oposición a poco más de un año de que se lleve a cabo la referida elección presidencial y del gobierno citadino.
Y por supuesto que Morena no cejará en su afán de recuperar el mayor número de alcaldías en la contienda del año próximo, por lo que se ha valido de todas las artimañas para desacreditar a sus oponentes que, quiérase o no, han cumplido con muchas de las expectativas planteadas por la ciudadanía.
Pese a esas campañas de desprestigio, a las arengas que a diario gesticula Morena, la oposición permanece en el objetivo que se trazó de ganar el gobierno capitalino no obstante la invención de uno y mil supuestos delitos cometidos por los propios alcaldes, los de Acción Nacional en primera instancia. Y así seguirá el arduo “quehacer sucio” de los morenos, que a pesar de lo que esgriman, en esta administración no cuentan con la simpatía de la mayoría simple como para buscar adjudicarse la contienda.
Y en el escenario remoto de que el PRI obtenga el triunfo en los comicios del Estado de México, Morena estaría casi derrotado de cara a la elección del primer domingo de junio del 2024.
En ese tenor, Morena, no vive su mejor momento electoral. El engrudo comienza a hacérseles bolas. La debacle está a la vista.
Notas de Trascendencia
No obstante que declaró que su “liderazgo estaba socavado” Ricardo Monreal asistió a la reunión con López Obrador en Palacio Nacional el viernes anterior.
A partir de las demostraciones de afecto del Jefe del Ejecutivo federal, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República volvió a sonreír a grado tal que sostuvo que no se irá de Morena aunque no sea designado el abanderado de ese partido a la Primera Magistratura del país. ¿Qué le diría el mandatario al zacatecano que a partir de la última reunión éste sonríe de manera fácil?, hace muchos meses Monreal no lo hacía con cotidianidad.