A pesar de afirmar que Movimiento Ciudadano (MC) es un ente político que cada día convence a más mexicanos de que serán la tercera fuerza política nacional el año próximo, lo que sí es un hecho es que esa instancia le hará el trabajo sucio a Morena para dividir el voto en los próximos comicios. Y es que al designar como candidato presidencial de MC al gobernador con licencia de Nuevo León, Samuel García, inició el “consenso” entre Dante Delgado Rannauro y su homólogo, Mario Delgado, dirigente del partido guinda y encargado personal de López Obrador para lograr el objetivo de reducirle votos a la oposición en la que será la jornada electoral con mayor número de sufragios de la historia moderna de México.
Por ello, el otrora partido Convergencia por la Democracia se convirtió a base de prebendas en el esquirol favorito del Jefe del Ejecutivo federal para que, conforme a los cánones electorales, dividan el sufragio para que ninguna oposición alcance -cuando menos en el 2024-, los votos necesarios para desbancar de la presidencia de México al todavía partido en el poder.
Según Dante, el jefe máximo y promotor de la franquicia de Movimiento Ciudadano, ha demostrado que sin alianzas su institución puede convertirse en la tercera fuerza política nacional que, si se ve en el papel, el triunfo electoral de Morena lo posicionaría en ese sitial de privilegio.
Por supuesto que el éxito sería total porque al alcanzar la consolidación de ser el tercer partido político de México contaría con un mayor presupuesto anual de cientos de millones de pesos, que lo convertiría ipso facto en un ente más rentable.
Por ello a Delgado Rannauro no le importa más que sumergirse en la búsqueda de más y mejores objetivos para que su discípulo, el inexperto regiomontano, desarrolle un quehacer político lleno de frases fáciles y frivolidades -como ya las practica- para descalificar a Xóchitl Gálvez, la candidata del Frente Opositor y su equipo de campaña.
Hay que recordar que Delgado, gobernador de Veracruz de 1988 a 1992, fue procesado en materia penal en 1994 por desvío de fondos de 450 millones de pesos, con lo que estuvo encarcelado en el penal de Pacho Viejo en Coatepec, Veracruz, en el qué pasó un año y tres meses encarcelado. Por ello el veracruzano no tiene empacho en ser el golpeador ajeno y a modo de Morena, luego de que pasó las de Caín para abandonar la prisión de su entidad en 1996, tras ser acusado del desfalco al erario.
Sin duda los antecedentes de Rannauro han sido el factor definitorio para que sea uno de los más importantes alfiles del tablero de AMLO, ambos fingiéndose una separación política de alta envergadura que no tiene arreglo. En las próximas semanas seremos testigos de la obra que ejecutará con “fineza” Delgado y que se valdrá de todas las artimañas para lograr su objetivo: dividir hasta sus últimas consecuencias el voto que le refrendaría el triunfo a los obradoristas en la Primera Magistratura del país para el sexenio 2024-2030.
La moneda está en el aire. Y Dante Delgado Rannauro la retendrá. Al tiempo.
