A través de los años, la actitud asumida por el Instituto Nacional de Migración (INM), sus Comisionados y encargados, han convertido a esa instancia, en un reducto de corrupción y malos manejos donde la ley es dictada y ejercida por los miles de agentes que en teoría, deberían velar por los intereses de visitantes que quiérase o no, su presencia en México, arroja grandes beneficios a la economía nacional.
Empero, ello no le importa un ápice a los guardianes de ese instituto que encabeza Francisco Garduño Yáñez, -uno de los colaboradores de mayor confianza de Andrés Manuel López Obrador- que no ha podido erradicar a esa mafia de trabajadores qué tal parece, persisten en detener a quien les viene en gana, incluso con visas expedidas por embajadas de México en todo el mundo.
Y no obstante que decenas de turistas vejados, extorsionados y sobajados por los custodios de las terminales de entrada a México han levantado la voz para protestar por esos malos tratos, la ley de Migración es letra muerta en nuestro país.
Son tantos los cientos de miles de dólares y otras divisas que corren en las dos fronteras nacionales de parte de quienes pretenden ingresar a suelo nacional, que ya convirtieron las terminales en pingües negocios para todos por igual.
A ese respecto, Kenia López Rabadán, valiente senadora del PAN, cuestionó la supuesta relación que mantiene la 4T con el crimen organizado, de la que apuntó, millones de pesos provenientes de migrantes que buscan el “sueño americano”, llegan a los bolsillos de políticos morenistas para solapar el tráfico de personas.
Otra de las pruebas palpables de esa gran corrupción que existe y permanece impune en el Instituto Nacional de Migración, quedó de manifiesto el pasado 9 del presente, cuando en Chiapa de Corzo, a unos cuantos kilómetros de la capital chiapaneca, se registró la volcadura de un trailer, lleno de migrantes, en su mayoría guatemaltecos, de los cuales, 55 perdieron la vida.
Fue el propio INM y la Guardia Nacional los que negaron a pie juntillas que por esa carretera y los tres puntos de revisión no pasó el camión y cuando se accidentó, las dos instancias negaron el grave hecho sangriento que fue grabado por cámaras de seguridad. Qué indignidad.
Cinismo puro. Esbozado por disque funcionarios que lo único que poseen como tales, es el uniforme y la placa que les otorgó el gobierno federal para robarle a turistas, pobres, ricos, clase medieros qué tanto desprecia el propio Jefe del Ejecutivo federal.
El más de centenar de heridos y los 55 fallecidos; la misma gravedad de la situación, no sólo alertó a las autoridades estatales también a las federales e internacionales que por fin, voltearon a ver a los miles de migrantes que son vejados por los “representantes del INM de México de manera cotidiana.
La crisis migratoria que se vive en territorio mexicano se ha visto reflejada también en la forma como el Instituto Nacional de Migración (INM) ha intentado evitar el ingreso de caravanas al país: con golpes, arrestos y hasta muertes en manos de integrantes de la Guardia Nacional (GN).
Ante ese vergonzoso y dantesco escenario, la propia Kenia López Rabadán al igual que representantes de los diversos sectores de la sociedad, cuestionaron la política migratoria del gobierno de López Obrador y urgieron la renuncia de Francisco Garduño Yáñez, por su nula capacidad de afrontar esta situación.
Destacaron que el incidente en Chiapa de Corzo pudo haberse evitado, pero la corrupción lo impidió debido a que en la carretera donde transitaba el camión de carga, se corroboró, hubo al menos tres retenes. Sin embargo, ninguno, reiteraron en colusión GN e IMN, detectaron la presencia de los migrantes.
Con datos duros, López Rabadán resaltó que ese grave flagelo de la corrupción liga al gobierno actual con el crimen organizado, encargado de cobrar a cada uno de los migrantes hasta 11 mil dólares para buscar el “sueño americano”.
Ante esto, la legisladora se cuestionó: ¿Cuántos millones de pesos a través de la corrupción ganan los servidores públicos por tanta frivolidad y cinismo?
Hasta cuándo se extinguirá la corrupción que según el mandatario de México reitera que la misma, “ya es cosa del pasado”. De verdad, ¿eso cree?
Marco Antonio García Granados