Hace apenas unas semanas la comunidad mundial, incluyendo nuestro país, celebraba en París un acuerdo histórico en pro del planeta. Sin embargo, en suelo nacional, viejas prácticas que generan un beneficio económico para unos pocos, pero que tienen un efecto negativo que trasciende a nivel global, siguen prevaleciendo. Una de ellas es la deforestación desmedida.
Hoy en día, gracias al alcance y poder de las redes sociales, tenemos acceso a información de forma inmediata y sin censura. Es así como en cuestión de horas la nación se indignaba debido a la irresponsabilidad cometida al sur del país; en Cancún, se destruía una gran extensión de manglar para llevar a cabo un desarrollo inmobiliario.
Tristemente este hecho no ocurre de manera aislada. ¿Sabían ustedes que México es el 5to país con mayor tasa de deforestación en el mundo? Teniendo una pérdida anual de 500 mil hectáreas por año, según datos de la UNAM. En 2013, contábamos con 139 millones de hectáreas, así que con simples matemáticas observamos que no estamos siguiendo el camino correcto hacia un mejor futuro.
Es claro que el crecimiento económico demanda cada vez más recursos, pero durante años estos recursos han sido explotados sin políticas adecuadas de sustentabilidad las cuales -su implementación- no deberían quedar a merced de una facultad potestativa de los gobernantes.
Nuestro país, después de adquirir compromisos titánicos en la COP21 parece no tener claro que el cambio climático y las emisiones de CO2 no solo se generan gracias a los hidrocarburos. Aunque les parezca sorprendente a nuestras autoridades…si, la deforestación es un factor muy importante para el cambio climático. El INECC estima que nuestro país genera el 14% de sus emisiones de GEI por esta causa.
Los bosques son esenciales para la vida en nuestro planeta, pues producen oxigeno y ayudan a controlar el clima. Pero además, al talar árboles no solo la absorción de CO2 se disminuye, si no que aún más de este compuesto se libera de los arboles. (+CO2=+Cambio Climático)
Es claro que hemos llegado un punto en el que hay que actuar y no permitir mas este tipo de acciones. Veremos qué rumbo toma este caso en Cancún, pues habrá que recordar que según nuestro Código Penal Federal es un delito que se castiga de dos a diez años de prisión a quien dañe o rellene manglares.
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