Hace unos días llamó mi atención una nota publicada por Forbes México. El encabezado era alentador: “México creció 500% sus ventas en línea por el confinamiento en casa”.
Dentro de la información más relevante se encuentra el que nuestro país fue quien más sumó compradores, quintuplicando su introducción en el comercio electrónico en Latinoamérica, según la consultora Kantar World Panel.
Un escenario en apariencia bastante positivo, que ha beneficiado a los hipermercados y mayoristas, de los que destacan La Comer, Walmart y Chedraui quienes, según la nota, reportan incrementos “importantes” en ventas online.
Sin embargo, la noticia no menciona nada acerca de las pequeñas y medianas empresas (pymes) mexicanas. Posiblemente algunas de ellas también se estén viendo beneficiadas con la ayuda de la tecnología pero, ¿qué está pasando con las que no? ¿Cuál es el panorama general de las pymes en el país, a raíz de la pandemia?
Usando el término acuñado por el filósofo Nassim Taleb en 2007 para describir un suceso inesperado y trascendental para la sociedad, se puede decir que las pequeñas y medianas empresas (incluso las grandes corporaciones) están atravesando por un “cisne negro” a causa del coronavirus, ya que los datos económicos registrados a la fecha no son nada consoladores.
Según lo revelado por la Concanaco Servytur, tan solo en el periodo comprendido a partir del 17 de marzo al 30 de abril, las empresas del sector terciario dejaron de percibir alrededor de 449,236 millones de pesos, lo cual ha afectado en mayor medida a las pymes con menor tiempo de antigüedad, las cuales equivalen a 1.8 millones de empresas aproximadamente.
Las afectaciones son evidentes: incertidumbre en el corto y mediano plazo, disminución de demanda en ventas, detrimento en la capacidad de producción a causa de las medidas sanitarias y de higiene en centros de trabajo, y el cierre de muchas empresas mexicanas, incluyendo con ello la pérdida de miles de empleos.
Respecto a esto último, los pronósticos más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) señalan que el “Gran Confinamiento” podría dejar sin empleo a más de 3 millones de mexicanos de los sectores formal e informal, provocando el mayor número de desempleados registrados en el país.
Ante tal escenario se vuelve fundamental que en todo el país se cuente con un plan de rescate y de ayuda para las micro, pequeñas y medianas empresas, que no solo contemple apoyos económicos y fiscales para estas, sino también con estrategias que les ayuden a fortalecerse.
Así como con el apoyo por parte de la sociedad, pues su consumo puede evitar la “muerte” de pymes ante la crisis que vivimos, el cual ya se empieza a notar en distintas ciudades del país, gracias a las iniciativas ciudadanas y de las organizaciones civiles.
En Victoria, a través de la organización Jane’s Walk Ciudad Victoria, trabajamos en el proyecto “RecorriendOnline Ciudad Victoria”, el cual contempla la creación de un mapa digital con el que los victorenses puedan identificar los negocios que siguen trabajando y de una serie de actividades que ayuden a incentivar el consumo local.
Es evidente que sin estrategias eficientes y contundentes por parte de los sectores con mayor poder e influencia la situación difícilmente mejorará; pero nuestras acciones en lo individual también pueden tener repercusiones positivas para las pymes. Apoyémoslas consumiendo local.
Para más información del proyecto, envíanos un correo a [email protected].