El sábado pasado, cuando me enteré de que el presidente Donald Trump había atacado los refugios nucleares de Irán creí que el lunes tendríamos mercados con reacción negativa. Reconozco que equivoqué mis predicciones; pensé que el peso se devaluaría y el dólar alcanzaría una cotización de cuando menos 19.50 pesos por dólar, que el petróleo subiría a menos a 80 dólares el barril (el viernes había cerrado en 65 dólares) y que las principales bolsas del mundo sufrirían contracciones de alrededor de 4 a 5%. Me equivoqué en todo, ya que lunes 23 de junio el peso se revaluó, bajó el precio del petróleo y las bolsas subieron. Como dice el título de mi artículo “El mundo al revés“.
Esto tiene mucho que ver con la manera de actuar de los mercados, ya que para estos el peor ingrediente es la incertidumbre, y cuando el presidente Trump decidió atacar directamente a Irán la incertidumbre desapareció; aunque a partir de esa decisión surgieron nuevas dudas, que para los inversionistas eran más favorables, en relación al futuro del conflicto.
Los días posteriores a este evento, ya con más calma, los mercados se han dado cuenta de que Irán estaba tanto militar como económicamente muy débil, y además fuera de su territorio sus brazos militares, como Hezbolá en Líbano, o los terroristas Hutíes en Yemen, así como sus bastiones en Siria, también habían sido devastados. Hezbolá por los ataques que sufrió de Israel, los Hutíes por las agresiones que recibieron de parte de EU y Siria al caer el régimen de Bashar al-Ásad, igualmente se les acabó la protección para los terroristas financiados por Irán.
Lo que no se puede negar es que en los pasados 46 años, desde la Caída del Sha y la entrada de los Ayatolás, ese país se convirtió en el mayor exportador de violencia y terrorismo, no solo en Medio Oriente, sino alrededor del mundo.
Por tanto, lo que se está padeciendo en esa nación era bastante previsible. Lo que llama la atención, y por eso también hay muchas críticas, es que Trump, entiende muy a su manera el arte de la diplomacia, pues actuó por cuenta propia, sin el consenso de sus socios históricos, como Gran Bretaña, Japón y la Unión Europea; las formas en las que actúa, imponiéndose por la fuerza, suelen ser sujetas de fuertes críticas.
A pesar de todo, el resultado parece favorable para Trump, pero todavía no se sabe a ciencia cierta cuál fue el daño que los ataques militares infringieron a los centros de enriquecimiento de uranio en Irán, ya que el impacto de éstos tuvo que ser muy efectivo para que el gobierno estuviera de acuerdo en empezar a negociar una tregua que hasta ahora existe, pero hay que mencionar que es muy frágil.
El problema sigue latente, está todavía lejos de que se pueda solucionar, por lo que hay que mantenerse atento a los acontecimientos en la región; Medio Oriente sigue siendo un polvorín.
En lo general, los mercados le han restado importancia. Que no se nos olvide que quedan pendientes las resoluciones de Trump, con vencimiento el 9 de julio, sobre sus ya famosos aranceles recíprocos. Mi consejo para mis clientes e inversionistas es que hay que seguir teniendo cautela y prudencia en el manejo de sus patrimonios.