Los mercados bursátiles en EU han mostrado un avance significativo en octubre después de un septiembre que funesto; este cambio de dirección obedece a varios factores, pero quizá el más importante es que se especula que la Reserva Federal considera ir más despacio con el alza en la tasa de interés de referencia.
Casi todos los analistas coinciden en que el 2 de noviembre, fecha de la próxima reunión de política monetaria, la Fed elevará la tasa de interés de 3.25 a 4%, es decir, subirá 75 puntos base; no obstante, lo que ahora se percibe es que para la última reunión del año, en diciembre, el incremento que hace dos semanas se suponía en otros 75 puntos, se espera de solo 50 puntos. Este cambio que parece muy pequeño se convierte en significativo porque marcará que 4.5% es el máximo que alcanzarán las tasas de interés en el futuro próximo.
No hay que olvidar que hace un mes se esperaba que las tasas subieran por arriba de 5%, y parece que ahora ese sentimiento ha perdido fuerza. Otra razón es que los reportes trimestrales de las empresas indican que más de 70% ha venido por arriba de lo estimado, y esto ha beneficiado a los mercados.
En el mismo tenor, el rendimiento de los bonos a 10 años emitidos por el Tesoro bajó en las últimas dos semanas de 4.29 a 4 %; esto es una caída muy significativa que ayudó a los mercados accionarios, aunque debilitó el dólar frente a otras monedas. También es importante mencionar que ayer salió el PIB de EU al tercer trimestre, con un crecimiento de 2.6% por encima de lo esperado, que era 2.4%; esta recuperación respecto a los dos datos anteriores, aleja, cuando menos un poco, el espectro de la recesión.
Tenemos que ser cuidadosos de que estos resultados nos lleven a conclusiones muy optimistas, pues aún falta un largo camino. Todo lo platicado es percepción de un futuro mejor; sin embargo, la dura realidad no se ha modificado, la inflación sigue muy alta y esto es un gran problema para todos; falta ver cómo salen los datos de la inflación de octubre, pero sobre todo de la subyacente, y luego la de noviembre.
Si bajan los índices en estos dos meses, los mercados responderán bien, pero si esto no sucede, tendremos un cambio de sentimientos. La inflación subyacente ha tenido un comportamiento negativo en los últimos meses: en junio era de 6.5% y se redujo hasta 5.9% en julio, pero en agosto rebotó a 6.3% y en septiembre se ubicó en 6.6%. Para ver mejoras en los mercados se tendrá que ver bajas en los índices que nos indiquen que hay una tendencia positiva.
No sé si la especulación sobre un cambio en la actitud de la Fed se hará realidad; yo creo que será dato-dependiente, o sea, que se va a esperar para ver las cifras de la inflación antes de pronunciarse, eso sería lo prudente. De cualquier forma, lo que sí es cierto es que las contracciones de los mercados dejan ver que ya estamos muy cerca de los mínimos, por tanto, lo lógico será esperar a ver una recuperación que durará por los menos 18 meses.
Manuel Somoza