Una pista militar y no el aeropuerto internacional. Eso fue lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró ayer en Santa Lucía, Estado de México, donde también se construye el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, que según las autoridades podría comenzar a funcionar como tal en 2022.
La Base Aérea de Santa Lucía existe desde hace muchos años. Fue inaugurada por Miguel Alemán en 1953, y desde entonces se convirtió en la instalación militar de aviación más importante del Centro del país. La Fuerza Aérea Mexicana cuenta con 19 bases en México, incluyendo la de Zapopan, Jalisco, conocida como la Número 5.
¿Por qué inaugurar una pista en una base aérea militar? Porque la estrenada ayer será la que utilicen de manera regular los aviones militares, aunque también tendrá capacidad para recibir vuelos comerciales. La pista original será la que se use de manera cotidiana cuando se ponga en funciones el aeropuerto civil. También se inauguró ayer un complejo para recibir pasajeros, pero es más bien una instalación militar. La obra para turistas y demás viajeros aun sigue en construcción.
Hace algunos años conocí la base de Santa Lucía, pues junto con mi familia fuimos de curiosos a ver el despegue y aterrizaje de aviones militares de todo tipo con motivo del desfile militar del 16 de Septiembre en la Ciudad de México. Esa actividad la hicimos, junto con otro centenar de curiosos, en un terraplén externo a la base que corre, o corría entonces, a un costado de la pista principal. Desde allí vimos subir y viajar desde avionetas, hasta los enormes aviones tipo Hércules. Un espectáculo que vale la pena ver.
Los alrededores de la base son sede de numerosos asentamientos habitacionales. Podría poner como ejemplo una base instalada en la zona de El Salto, o Tlajomulco. Hay muchísimos habitantes, algunas fábricas y talleres, pero poco desarrollo comercial. Es Santa Lucía y sus alrededores una zona de las llamadas dormitorio, pues la mayoría de sus habitantes trabaja en la Ciudad de México.
Tener un aeropuerto internacional en Santa Lucía es inevitable. La 4T lo construirá contra viento y marea. Habrá que ver si ayudará a desahogar el aeropuerto capitalino o, como temo, termine siendo un aeropuerto para la aviación civil, es decir, para jets y avionetas privadas.
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