Pues solo faltan los detalles (esos donde se esconde el diablo, dice el refrán), pero es un hecho que habrá en México la primera consulta de revocación de mandato de un presidente. La cifra de firmas necesarias para respaldar la realización del ejercicio ya se contabilizó oficialmente, y ahora sigue organizar la operación del proceso. Nada más. Y claro, que los ciudadanos acudan a participar.
En lo personal considero inútil la consulta. Más porque la solicitan partidarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes evidentemente no quieren que el actual mandatario mexicano deje su cargo; faltaba más. Pero si se juntaran las firmas, por más necio que resulte el proyecto, por ley debe realizarse.
¿Para qué va a servir la consulta? Para que el presidente gane y sus partidarios puedan presumir en todas las redes sociales posibles, y en todas sus declaraciones, manifestaciones públicas y demás, que a tres años de su mandato López Obrador sigue siendo el hombre fuerte de las urnas. No le encuentro otra utilidad.
Correrán ríos de tinta, horas completas en radio y televisión y multimillones de bites para discutir, analizar y comentar el tema (yo contribuyo con esta humilde opinión). Habrá discusiones, pleitos y divisiones. Nadie quedará ajeno al debate. Pronostico que amigos se distanciarán por sus posiciones sobre el tema, y que en más de una familia alguna persona será echada de los chats de WhatsApp al calor de lo que se diga.
Y al final, pasada la votación y sus resultados, México seguirá siendo el mismo, con el mismo presidente; con el mismo gabinete; con las mismas políticas; y con los mismos enconos. Nada nuevo. Lo digo en serio. Ninguna transformación. Ningún cambio de rumbo. Ninguna sacudida. Tendremos dos y medio años más del gobierno de López Obrador sobre los mismos rieles por los que viaja hasta ahora.
Pero como la voz del pueblo es la voz de Dios, se intentará instalar 161 mil casillas a lo largo y ancho del territorio nacional, y un porcentaje reducido de la población con capacidad de votar, saldrá a las urnas para el ejercicio de revocación. Y ya.
Twitter: @baezamanuel
