Viene un nuevo cambio en el gobierno federal. Pero no se sobresalte; es simplemente el cambio de nombre de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que eventualmente pasará a ser nombrada Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, es decir, ¿SICT?
El anuncio del cambio lo hizo ayer el titular de la todavía SCT, Jorge Arganis Díaz-Leal, durante un acto en la Ciudad de México. El titular de la dependencia advirtió que no cambiarán los objetivos de la SCT, ni sus funciones, pero no abundó mucho más en el tema.
Tal vez López Obrador tenga en mente el que su sexenio sea el de construcción de obra, de infraestructura, poniendo como ejemplo el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles. Más que obras, infraestructura, el “conjunto de medios técnicos, servicios e instalaciones necesarios para el desarrollo de una actividad o para que un lugar pueda ser utilizado”, según el diccionario Oxford. Que la infraestructura creada por su gobierno sea trascendente, histórica.
Pero tal vez exista otra razón: que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenga la intención de modificar los nombres de sus dependencias para demostrar que con su llegada cambió todo.
Y es que durante los dos años del actual sexenio federal ya hay oficinas que cambiaron su denominación. La primera en hacerlo fue la actual Secretaría del Bienestar, que antes era conocida como la Secretaría del Desarrollo Social (Sedesol). También lo que era la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), modificó su nombre: hoy es la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Diconsa y Liconsa dieron paso a una sola dependencia, la Segalmex, es decir, Seguridad Alimentaria Mexicana; y lo que era el Seguro popular es ahora el Instituto de la Salud para el Bienestar (Insabi), aunque en sentido estricto no fue sólo un cambio de nombre, sino de concepción.
Por lo pronto viene un cambio de nombre en una secretaría más. Tal vez dedique yo mucho espacio a algo que podría parecer nimio. Pero si poco a poco van cambiando las denominaciones en el gobierno, a lo largo de seis años todo será diferente. Al menos en el nombre.
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