Miguel Riquelme Solís, alcalde de Torreón, ya tiene las maletas listas para irse en busca de la candidatura a la gubernatura. El edil está trabajando a marchas forzadas, está dando banderazos de obras a diestra y siniestra, buscando cerrar con broche de oro.
Lo malo es que él quiere que esas obras se conviertan en realidades, pero su personal parece que no, ya que las inician, pero ahí las dejan. Un ejemplo es el bacheo, el cual se anunció con bombos y platillos, pero es fecha en que no se observan por ningún lado cuadrillas del ayuntamiento realizando este trabajo. También se inició la repavimentación de algunas calles, mismas que solamente quedaron con las huellas del deseo.
De los colectores caídos, ahí siguen y pese a que Riquelme Solís aseguró que las obras en los mismos se concluirían, es fecha en que no se observan los avances. Es muy bonito dar órdenes, pero lo malo es no supervisarlas, ya que la ciudad sigue viéndose mal en varios aspectos.
Sabe el alcalde que el recorte al Fondo Metropolitano afectará su administración, ya que el proyecto del Metrobús puede pararse al no haber suficiente dinero, lo mismo que en Gómez Palacio y Lerdo. Pero en fin, el secreto a voces ya se ha confirmado, Miguel Riquelme Solís presentará su tercer informe de gobierno y de inmediato pide licencia, ya que quiere ganarle tiempo al tiempo y lo que más desea es lograr la candidatura por el método de selección que su partido elija.
Sabe que la contienda no será nada fácil, que su partido ha sido muy criticado a nivel nacional, luego de lo realizado por los gobernadores de Chihuahua, César Duarte y Veracruz, Javier Duarte, quienes como buenos magos, “desaparecieron” todo el dinero de las arcas estatales.
Riquelme Solís tendrá que luchar contra sus compañeros de partido, como Hilda Flores, Senadora, Jericó Abramo, diputado federal y hasta el sampetrino Javier Guerrero, actualmente legislador federal, además también contra la gente de Saltillo, quienes no desean un candidato lagunero a la gubernatura. Pero lo más difícil para Miguel Riquelme, es que después de lo sucedido en Estados Unidos con Donald Trump, ya no puede confiar en las encuestas.
