No cabe duda que entre la marcha que realizaron ciudadanos a favor del INE y en contra de la Reforma Electoral, con la que se llevará a cabo este domingo, hay mucha diferencia.
La primera, fueron ciudadanos que por voluntad propia acudieron a manifestarse, a gritar lo que sentían a favor del Instituto Nacional Electoral, mientras que a la que convocó Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, para el día 27 de noviembre, la mayoría de los que asistan serán personas “acarreadas”.
El mismo Mandatario de la Nación dijo que esos “acarreados” asistirán porque están muy contentos por los logros de su administración.
La verdad que serán miles y miles de personas que llegarán de todo el territorio nacional a la capital del país, sin importar el alto costo que ello represente. Se habla de que se rentarán autobuses, que se les darán camisetas y banderines a los participantes, además sus refrigerios y por si fuera poco, los “acarreados” habrán de recibir una gratificación monetaria.
La verdad que no se entiende esta marcha, ya que son millones y millones de pesos los que se habrán de gastar en el “acarreo”, cuando ese dinero se debe de ocupar para mejorar los sistemas de salud, para comprar los medicamentos a los niños con cáncer y para muchas otras cosas que tanta falta hacen en todo México.
Para López Obrador, esos “acarreados” son millones de personas que llegarán para celebrar que ya no domina la oligarquía en México y todavía fue más allá el Presidente de la República, al decir que es probable que no todos los acarreados asistan a la marcha, porque no hay camiones.
Andrés Manuel López Obrador acepta que muchos de los asistentes son personas que van bajo un esquema de acarreo, por lo que espera que sean millones los que lo acompañen en la marcha.
Además, las “corcholatas” Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto, habrán de marchar junto al Ejecutivo de la Nación, para mostrarle que están con él y su Cuarta Transformación, además, a favor de la Reforma Electoral.
Serán millones y millones de pesos los que se gastarán en los acarreos, mientras que la inflación sigue golpeando el bolsillo de los mexicanos.
