Después de que el Congreso del Estado de Coahuila, aprobara por unanimidad una iniciativa con proyecto de decreto, buscando modificar el artículo 57 del Código Penal en la entidad, en el cual se establece que quien lesione o prive de la vida a una persona que ingrese a su casa o negocio, por considerarlo una amenaza inminente, no será criminalizado.
En pocas palabras, si alguien por defender a su familia, su hogar o bien su negocio, mata al delincuente, se dice que ya no iría a la cárcel.
Es una difícil decisión, ya que no es tan fácil como la pintan los legisladores, quienes saben que las leyes en nuestro país no son las mejores y nadie garantiza que algún juez, de esos que hay muchos, incline la balanza a favor del delincuente abatido.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Coahuila ha realizado observaciones sobre el derecho a la vida, por lo que deberá estar al pendiente del avance que tenga la modificación.
Todos conocemos de historias en donde algún delincuente perdió la vida a manos de un padre de familia, que por defender su hogar, o bien, por defender a su hija de algún ataque, acabó violentamente con la vida del agresor, por lo que ahora está purgando una larga condena.
El artículo 57 es muy claro, ya que dice que se considerará que obra en defensa legítima privilegiada a quien cause cualquier daño, lesión o prive de la vida a un extraño, siempre y cuando éste realice una conducta, o bien emplee un medio físico o porte un arma, que pongan en peligro la integridad corporal de las personas que viven en donde el extraño entre o intente penetrar sin una causa lícita.
Las leyes son muy rebuscadas, pero al final esto será como un arma de doble filo, ya que muchos buscarán tener un arma en sus domicilios, las cuales las pueden usar para defenderse o bien, para fanfarronear, algo que es muy común y demasiado frecuente.
Con esta modificación al artículo 57, muchos habrán de sentirse hasta policías dentro de sus hogares, otros estarán esperando el momento para desenfundar y disparar y algunos más solamente para la ocasión. No será nada fácil probar la legítima defensa.
