Como era de esperarse, los representantes de la iniciativa privada condenaron la decisión de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, de autorizar la legalización de autos de procedencia extranjera en siete estados de la franja fronteriza.
El mismo Enoch Castellanos, Presidente Nacional de Canacintra, dijo que se debe trabajar desde la raíz de esta problemática, para impedir el ingreso de las unidades del vecino país al territorio mexicano.
En pocas palabras dijo que a la acción se le debe de nombrar como es, contrabando, lo cual afectará a los distribuidores del sector automotriz.
En estos momentos la regularización se quiere justificar por un tema de seguridad, pero lo que se debió haber hecho es retirar los autos que ya existen, mismos que han sido utilizados para llevar a cabo algunos ilícitos, como en su momento lo hizo Coahuila.
No cabe duda que la decisión molestó a los empresarios, indicando el mismo Enoch Castellanos que el gobierno hubiera mejorado mejor el transporte público para la gente que menos tiene, pero lo que hizo el gobierno federal fue de corte populista, algo que se ha venido presentando en forma cíclica con gobiernos de todos los partidos políticos, siempre buscando obtener votos.
Sobre las empresas del ramo automotriz, es una actividad formal, que paga impuestos, tiene a sus trabajadores con todas las prestaciones, para que de repente llegue alguien que vende lo mismo pero que no paga nada, que lo importa de manera ilegal y lo ofrece a precios infinitamente menores, mismos que no generarán fuentes de trabajo, pero que si impactan al mercado de autos usados, porque aunque el decreto sea para la zona fronteriza del país, se sabe que hay un intercambio con el resto de los estados.
Para Raúl Garza de la Peña, el hecho de que existan muchos autos "chuecos" en el país, es porque se permitió la entrada por parte de las autoridades federales, las cuales son las responsables de las aduanas, por lo que de alguna manera esos vehículos ingresaron y alguien les dio la "pasada".
Las afectaciones a la economía del país por el ingreso de los autos "chocolates" es una realidad, reconociendo que es un mal que se tiene, que se debe de enfrentar de la manera más inteligente posible, ya que hoy los distribuidores tienen que enfrentar la adversidad, la pandemia y la realidad de los vehículos de procedencia extranjera.