Las deformaciones profesionales están en todas partes, ni qué decir. Ni la llegada inminente de la epidemia logra atemperar ese impulso por la notoriedad, propio de la vocación política.
Nuestros protagonistas están afectados por el virus de la corona: mal político sería quien no se posicione ante una calamidad.
Han acabado por contaminar su propio debate. Y hacer bolas a todos, solo por cuatro días de espera. Se han centrado en lo que consideran errores del gobierno federal y en las ya célebres pifias y detentes presidenciales.
Aprovechan. Salieron a dejarse ver. Antes que planear y facilitar una etapa difícil de la que, parece, no nos salvaremos, se han dedicado a desconfiar de las medidas tomadas por un gobierno federal que aguarda las evidencias de transmisión comunitaria para decretar las medidas generales de aislamiento.
Cerraron el changarro en lugar de asumir la fase uno, en lugar de insistir en las muy necesarias medidas de higiene mientras aún había escuelas, de preparar a los niños y los padres para evitar al menos los accidentes domésticos propios de las vacaciones. Quién sabe de dónde sacaron la idea de que esos niños iban a estar confinados y con las manos lavadas.
Pero tenían que posicionarse. Con la mano en la cintura diagnosticaron a AMLO y al gobierno federal: padecían de una incapacidad de tomar en serio la pandemia.
Con la mano en la cintura, porque ningún médico, ningún secretario de Salud estatal entró al debate ante la perspectiva del subsecretario Hugo López-Gatell. Aparecieron los políticos y de él solo pudieron ver su cobijo al Presidente.
Apoyados en “los mejores” ordenaron en sus estados actuar en fase dos desde la fase uno. Cuando alguien les decía que el encierro generalizado no tenía tanto sentido mientras no hubiera contagio comunitario, respondían: están ocultando los casos.
“Nosotros no compartimos el mensaje de que hay que estar tranquilos”, dijo el gobernador de Jalisco, entre otras cosas y entre otros políticos. Empezó una carrera de velocidad.... Tamaulipas, Yucatán, Tlaxcala, Guanajuato, Sonora, Nuevo León, Veracruz, Puebla, Baja California... Este es el virus de la corona. Ojalá la verdadera fase dos los ponga a trabajar juntos.